Aquí tienen una buena para discutir. Porque a una estudiante del Programa de Comunicaciones Interactivas (ITP) de la Universidad de Nueva York se le ocurrió iniciar un proyecto que más que científico o innovador, resulta chocante para lo “normal” a lo que estamos acostumbrados.
La alumna se embarcó en un proyecto de fabricación de queso humano. Sí, queso humano, producido a partir de leche humana. Sí, de leche de tu mamá, tu hermana o tu amiga (incluso tuya, si también eres mujer o si por alguna razón también produces suficiente leche. Mamaria, degenerado).
Lo que Miriam Simun busca con su estudio es explorar temas de sustentabilidad, salud, ética, sistemas alimenticios y biotecnología. Y respecto de comer queso humano, ella pregunta:
No era broma. Es bien en serio el cuestionamiento. Y más sencillo: Si nacimos tomando leche materna, ¿por qué de un momento a otro decidimos que era más normal que todos los lácteos que consumimos provengan de animales? Digo, si te dio asco el título, la nota completa o el proyecto, ¿por qué generalmente no te da asco alimentarte de la leche de las vacas o las cabras?
Ya hay tres tipos distintos de estos quesos (que de todas formas contienen leche de vaca o cabra), degustaciones para los más osados y el proyecto sigue en marcha, para quienes quisieran colaborar.
El debate está sobre la mesa: ¿Ustedes comerían queso humano? Y a las damas presentes (sólo para mujeres, insisto), ¿les interesaría que su leche fuera utilizada para la producción de quesos? Yo no me sentiría practicando canibalismo ni mucho menos, pero reconozco que me costaría un poco cambiar el paladar. Aún así, me parece que está bien que las vacas alimenten a las vacas y los humanos a los humanos. Suena justo.
Link: Would You Eat This Human Cheese Made from Human Breast Milk? (Gizmodo)