Fuera de que éste hubiera sido el regalo navideño perfecto para cada uno de mis abuelos, que sagradamente todos los domingo tras el almuerzo se pasaban toda la tarde peleando en torno a una mesa jugando dominó, es una idea genial.
Carbon Design creó el Domino Clock, que no es más que tres fichas gigantes de dominó negras que se cuelgan en la pared (o se posan sobre una superficie) y cuyas pintas blancas van variando minuto a minuto para marcar la hora sin meter ruido alguno. Tal como un reloj digital, pero con mucha más onda. Y puede pasar desapercibido como un adorno más de la casa.
Es sencilla su lectura, pero por si no les queda clara a primera vista, la primera ficha marca las horas, mientras que los dos siguientes marcan cada dígito del minutero. Además las fichas están conectadas entre sí de manera inalámbrica, por lo que no hay cables que ensucien el espectáculo.
Según el propio estudio creador, por el momento será realidad sólo en sus paredes, pero hay intenciones de que posteriormente pase a ser comercializado.
Es notable la idea de tomar objetos ultra reconocidos por todos y darle una función completamente distinta. Realmente lo querría en mi casa.
Tras el salto, revisa una imagen y un video demostrativo:
Link: These Dominoes Aren’t for Toppling Over—They Tell the Time (Gizmodo)