(cc) Patrick Haney
Cuándo la aplicación de Skype llegó para nuestros smartphones hubo una doble reacción. Primero de sorpresa: ¿llamadas y videoconferencias “gratuitas” (no lo son, ya que probablemente estemos pagando un plan de transmisión de datos en Internet, además del propio teléfono) entre móviles? Y segunda de incredulidad, al ver que el servicio tenía un sobrecoste por parte de las operadoras o directamente no funcionaba.
Esto representa no solo una violación de los derechos de los usuarios (una práctica generalizada por parte de las operadoras en prácticamente todos los ámbitos desde la facturación hasta el proceso de baja) si no que también es una violación de la neutralidad de la Red establecida por la Unión Europea, que afirma que todos los ciudadanos tenemos derecho a acceder a y usar las aplicaciones y servicios de comunicaciones electrónicas de nuestra elección.
Link: Skype lanza durísimas críticas contra quienes violan la neutralidad de Red (Cibersur)