Astrónomos obtuvieron por primera vez una vista tridimensional de las secuelas de la explosión de una estrella. La Supernova 1987A (o SN 1987A) fue observada desde el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral en Chile y de acuerdo a los resultados, la explosión original no sólo fue poderosa y turbulenta, sino que se concentró más hacia una dirección.
SN 1987A fue una supernova que tuvo lugar en las afueras de la Nebulosa de la Tarántula (NGC 2070), situada en la Gran Nube de Magallanes, galaxia enana cercana perteneciente al Grupo Local. Ocurrió aproximadamente a 168.000 años luz de la Tierra, lo suficientemente cerca para ser visible a simple vista.
Las imágenes tridimensionales se lograron gracias un espectrógrafo de campo integral e infrarrojo cercano (SINFONI) instalado en el VTL, proporcionado información más detallada sobre este evento y permitiendo a los astrónomos obtener la primera reconstrucción en 3D del material en explosión. El primer material eyectado de la explosión viajó a 100 millones de kilómetros por hora – lo que representa una décima parte de la velocidad de la luz – y tardó 10 años en alcanzar el anillo de gas y polvo lanzado previamente por la estrella moribunda.
Su comportamiento asimétrico fue predicho por algunos de los más recientes modelos computacionales de supernovas, que descubrieron que ocurren inestabilidades a gran escala durante la explosión. Ahora con las nuevas observaciones se confirman tales modelos.
Link: Seeing a Stellar Explosion in 3D (Physorg)