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El caso de malas prácticas comerciales que se imputaba a Microsoft en la Unión Europea por la inclusión por defecto de Internet Explorer ha dado mucho que hablar. La última vez que supimos de él, la empresa de Redmond ofrecía no equipar Internet Explorer en Windows 7, ofreciendo el mentado navegador como un producto distinto y a un precio de USD$5,6.
Sin embargo, esta salida no dejaba contento a nadie, ya que sin un navegador equipado en nuestro sistema operativo es difícil que vayamos a bajar uno, obligándonos a acudir a otro computador para descargarlo, conseguirlo con algún amigo o comprar un disco.
Finalmente, Microsoft se ha rendido y ha optado por la solución más lógica, y de la que se viene hablando desde el comienzo, incluir IE 8 por defecto, junto a una ventana que permita inmediatamente y sin ninguna dificultad descargar otros exploradores. Esta decisión cuasi-voluntaria debería solucionar el conflicto, pero no hay que celebrar del todo, porque es prácticamente seguro que de no mediar la crisis la autoridad protectora de la libre competencia sólo habría conseguido cursar una multa y Microsoft la pagaría casi con gusto, al punto que esta solución sólo rige para Europa.
Link: Microsoft offers EU ‘browser ballot’ compromise (CNET)
