Llegó el día. Después de dos años, es hora de despedirse.
Publicidad
Aunque te hayamos golpeado duro, en el fondo de nuestro corazón hay un botón Inicio escondido. Por eso, te echaremos de menos. Por eso, y por tus US$58.000 millones que depositaste en mi cuenta de las Islas Caimán esta mañana, recibe nuestras sinceros agradecimientos y unas palmaditas en la espalda. De corazón, esperamos que todo en Redmond siga tan bien como hasta hoy. ¡Salud, y a descansar!