El 1 de abril de 1985 marcó un antes y un después en la industria del calzado deportivo. Fue el día en el que Nike cambió la historia de la moda urbana con el lanzamiento oficial al mercado de las Air Jordan 1.
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Estas sneakers no solo definieron el estilo de una generación, sino que también convirtieron a Michael Jordan en un fenómeno comercial sin precedentes. Cuatro décadas después, el impacto de este modelo sigue vigente y su legado está más vivo que nunca.
La alianza que casi no ocurre
Curiosamente, la relación entre Michael Jordan y Nike estuvo a punto de no concretarse. En 1984, Jordan prefería firmar con Adidas, pero la marca alemana no mostró suficiente interés.
Fue entonces cuando Nike, con la visión de Sonny Vaccaro, hizo una oferta irrechazable: un contrato de 2.5 millones de dólares por cinco años, una cifra sin precedentes para un novato en la NBA. Jordan, convencido por su madre, aceptó, sin imaginar que esta decisión transformaría el negocio del deporte.
El impacto fue inmediato. En su primer año, las Air Jordan 1 generaron más de 126 millones de dólares en ventas, superando por mucho las expectativas iniciales de Nike. Se estima que se vendieron aproximadamente 450.000 pares en el primer mes y 1.5 millones de unidades en su primer año. Esto consolidó no solo a Michael Jordan como una superestrella dentro y fuera de la cancha, sino también a Nike como líder en el calzado deportivo.
A 40 años del lanzamiento de las Air Jordan 1, el modelo sigue siendo un referente cultural.
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Estas zapatillas han inspirado innumerables ediciones, colaboraciones y un mercado de reventa que mueve millones y que siguen sucediendo en los últimos años. Lo que comenzó como una apuesta arriesgada se convirtió en una de las alianzas más rentables de la historia del deporte. Jordan no solo dominó las canchas, también redefinió el concepto de marketing deportivo para siempre, algo por lo que también se lo considera como Su Majestad.
