El Grupo de los 7 (G7), que reúne a las principales potencias mundiales, culminó este fin de semana su cumbre en Japón. Uno de los temas tocados es el de la Inteligencia Artificial, reconociendo su importancia y pidiendo que su desarrolló esté en línea “con los valores democráticos”.
Estados Unidos, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido conforman el G7, que en esta oportunidad contó con la presencia de Ucrania, solicitando más apoyo para su defensa contra Rusia.
Como bien destaca Reuters, el acuerdo se produce luego que la Unión Europea, que tiene representación en el grupo, se encuentra cerca de aprobar una legislación para regular la tecnología de Inteligencia Artificial.
“Nos comprometemos a seguir promoviendo enfoques de múltiples partes interesadas para el desarrollo de estándares para la Inteligencia Artificial”, expresaron los países en el acuerdo.
Estos estándares deben ser “respetuosos de marcos legalmente vinculantes”. Además, las naciones reconocen “la importancia de los procedimientos que avanzan transparencia, apertura, procesos justos, imparcialidad, privacidad e inclusión para promover una Inteligencia Artificial responsable”.
Las alertas del G7 sobre la Inteligencia Artificial
La gran preocupación del G7 respecto a la Inteligencia Artificial es el cuidado de la propiedad intelectual, la posible falta de transparencia y la manipulación de la información que incluye la desinformación.
Para trabajar sobre ello, los líderes del G7 acordaron crear un foro ministerial denominado Proceso de IA de Hiroshima.
No obstante, reconoce el potencial de las “tecnologías inmersivas y mundos virtuales como los metaversos, para proveer oportunidades innovativas en todos los sectores industriales y de la sociedad, así como para la promoción de la sustentabilidad”.
Por los momentos, cada nación tiene una manera de enfocarse respecto al tema de la IA. En Estados Unidos hay precaución, pero sin intromisión directa aún en las grandes compañías como OpenAI; Japón quiere impulsar más la tecnología, mientras que la Unión Europea busca ponerle coto legal.