El 6 de octubre de 1993, Michael Jordan anunció su retiro del baloncesto. Ya había ganado tres títulos con los Bulls, pero el asesinato de su padre, James, descorazonó al astro, que decidió probar en el béisbol en su honor.
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Nike ya había planificado, para la temporada 93-94, las zapatillas para Su Majestad: las Air Jordan IX. Sin embargo, la leyenda no las llegó a utilizar, así que tienen esa particularidad.
Otros jugadores sí lo hicieron, como Penny Hardaway, Mitch Richmond y BJ Armstrong, con versiones personalizadas. Pero el rey de reyes no las usó.
Un modelo global, las Air Jordan IX
La historia de las Air Jordan IX es peculiar. Tinker Hatfield, su creador, las denomina como las primeras zapatillas auténticamente globales de la marca. ¿Por qué? Porque ya el mundo, luego de los Juegos Olímpicos Barcelona 92, estaba rendido a los pies de Jordan.
El astro lideró a la selección de Estados Unidos, el denominado Dream Team, al oro en Barcelona. En ese preciso momento la NBA dio un salto exponencial: ya no era un deporte estrictamente definido para los norteamericanos, sino un fenómeno mundial.
Si a finales de los 90 todo chico estadounidense quería ser como Mike, para 1992 todo joven en el mundo buscaba seguir sus pasos.
“Air Jordan IX representó la globalización de la marca Air Jordan”, afirma Hatfield, citado por Kicksologists. “Todo el mundo quería ser como Mike. Eche un vistazo de cerca a las suelas de los zapatos, utilizamos para el diseño diferentes idiomas que describen el espíritu deportivo de Michael Jordan y lo que ha hecho por el mundo del deporte”.
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Palabras como Intenso, Libertad, Fuerza, Dedicado, Atlético, Independencia y Esperanza, en distintos idiomas, estaban en la parte inferior de cada zapatilla. Era, simplemente, un calzado homenaje.
Además, en las suelas estaban dos palabras en japonés: Mundo y Deporte. En la parte posterior, con el logo del Jumpman, se encuentra el Sol Naciente. La idea de las zapatillas nació en Japón.
Más características de las zapatillas
Como características técnicas, utilizaba un botín interior Dynamic-Fit, una unidad Air Sole encapsulada en el antepié, otra de mayor volumen en el talón, mediasuela de poliuretano y sistema de cordones one pull.
El color principal era blanco, y en la parte posterior, negras, con el número 23 de Jordan y los detalles antes nombrados.
El valor de las Air Jordan IX alcanzó los 115 dólares, saliendo cuatro modelos distintos en 1993: Blanco-negro-rojo, blanco-negro-azul, negro-oliva claro-rojo y negro-rojo.
Inmortalizadas en la estatua de Chicago
Otra particularidad: si Jordan no utilizó estas zapatillas en la NBA por su retiro, sí las calza en la estatua frente al United Center en Chicago. ¿Por qué? Porque representaba a MJ como una superestrella global. ¡Qué forma de consagrarlas!
Jordan volvería a la actividad para la campaña 95-96, luego de un frustrante paso por las ligas menores de los Medias Blancas de Chicago. Ganaría tres títulos más, dominando la NBA hasta su segundo retiro, el definitivo con los Bulls.
En su tercer retorno a la acción, con los Washington Wizards, solo fue la sombra de la leyenda.
