Ser despedido de una gran empresa, de reconocimiento a nivel global, puede ser realmente desmotivador para cualquier persona. Estar en las grandes corporaciones, provocando un cambio de alcance global, es el sueño de quienes disfrutan del mundo empresarial. Ese fue el caso de Andy Rubin, un ingeniero y desarrollador que, por cuestiones del destino, terminó trabajando en Apple. Fue despedido injustamente y tras su salida se enfocó en crear un sistema operativo al que hoy conocemos como Android.
Andy tenía dos caminos: el de seguir dándole su talento a una empresa o el de comenzar a trabajar en un proyecto propio. Trabajar en Apple fue una etapa importante de su vida, sobre todo por cómo se dio. Estaba en unas vacaciones en las Islas Caimán y le dio acogida a un empleado del gigante de Cupertino que se había peleado con su novia.
Su buena acción le consiguió una entrevista en la empresa fundada por los Steve’s Jobs y Wozniack, y posteriormente en el área de Apple Network Servers. Lamentablemente, la situación económica que atravesaba Apple en los 90 hizo que se cerrara esta división y por consecuencia, salieron de Andy, sin saber que se desprendían de un gran talento.
Apple no sabía que estaba despidiendo al creador de Android, su máximo rival en la actualidad, y que justamente había obtenido el nombre de su próxima creación en las oficinas de Cupertino.
La creación de Android
Sin haber creado nada del sistema operativo, su creador ya tenía el nombre: Android. De acuerdo con una reseña de Applesfera, ese era el apodo que le dieron sus compañeros en Apple, debido a su amor y dedicación al trabajo, comparado con el de un robot o un androide.
Tras su salida del gigante de Cupertino trabajó en un par de empresas, hasta que en el año 2003 emprendió su proyecto propio de crear un sistema operativo para celulares, que compitieran con Symbian, que en ese momento era el más grande de todos.
Su trabajo fue notorio, ya que en el 2005, apenas dos años después, Google compró su empresa por 50 millones de dólares. Andy Rubin se quedó trabajando en el gigante de Mountain View hasta el 2013. Su salida fue por un comportamiento sexual inapropiado con una compañera. La empresa le pidió la renuncia y él accedió sin pelear.