La empresa tecnológica Meta, propietaria de Facebook e Instagram, enfrenta un nuevo revés judicial por las acusaciones de fomentar la adicción a sus plataformas, especialmente entre los jóvenes. Un juez de Massachusetts ha rechazado la solicitud de Meta para denegar una demanda que la acusa de utilizar tácticas diseñadas para generar adicción en los usuarios de Instagram, poniendo en riesgo su salud mental.
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Así fue como surgió la demanda
La demanda, presentada por la fiscal general de Massachusetts, Andrea Joy Campbell, alega que la empresa de Mark Zuckerberg violó las leyes estatales del consumidor al engañar al público sobre los riesgos asociados al uso de Instagram, especialmente entre los adolescentes. La empresa, según la demanda, fue consciente de los efectos negativos de su plataforma en la salud mental de los jóvenes, pero decidió priorizar las ganancias sobre el bienestar de sus usuarios.
Meta ha argumentado que la sección 230 de la Ley de Decencia de las Comunicaciones la protege de las demandas relacionadas con el contenido generado por los usuarios. Sin embargo, el juez encargado del caso ha determinado que esta protección no se aplica en este caso, ya que la demanda se centra en las propias acciones de Meta y no en el contenido publicado por terceros.
Por desgracia para la empresa este no es un caso aislado, pues el fallo del juez de Massachusetts se suma a una serie de demandas similares presentadas en otros estados de Estados Unidos. En California, por ejemplo, más de 30 estados han demandado a Meta por las mismas razones. Estas acciones legales reflejan una creciente preocupación por los efectos negativos de las redes sociales en la salud mental de los jóvenes, y han puesto a Meta en el centro de un intenso debate sobre la responsabilidad de las grandes tecnológicas.
El CEO de Meta, Mark Zuckerberg, ha sido señalado como el principal responsable de esta situación, ya que presuntamente ignoró las advertencias sobre los riesgos de Instagram y continuó implementando características diseñadas para aumentar el tiempo de uso de la plataforma. Estas acusaciones han generado un intenso escrutinio sobre las prácticas de Meta y han puesto en duda el compromiso de la empresa con la seguridad y el bienestar de sus usuarios.