Es curioso el ciclo en el que se mueve y recicla la información aquí en la red. Hace un par de años compartíamos la historia del curioso Gradiente iPhone. Un smartphone originario de Brasil que conserva de manera legal el nombre distintivo de los teléfonos inteligentes de Apple, pero que en este caso corría sobre Android sin ningún impedimento legal en su país de origen.
PUBLICIDAD
Hace poco los colegas de Xataka rescataron nuevamente la historia con una admirable y detallada cronología de todo el caso legal, en donde la compañía de Tim Cook tiene más de una década intentando quedarse con la exclusividad del nombre del teléfono a nivel nacional, como sucede en todo el resto de planeta.
Se trata de uno de esos curiosos casos donde en los albores de esta nueva era tecnológica alguien tuvo la gracia y el tino de registrar un nombre hasta cierto punto obvio de articular, con el iPod ya circulando en el mercado y que gracias a ello encontraron un hueco legal para operar sin problemas, más o menos.
El Gradiente iPhone le ganó una batalla a Apple pero tal vez no la guerra
Tal como lo reportan los amigos de The Verge todo explotó en 2012, cuando luego de una serie de astutos movimientos, la compañía brasileña Gradiente por fin se animó a lanzar su propio iPhone, un teléfono inteligente que corría sobre Android, pero que podía llevar el nombre del popular dispositivo de los chicos de Cupertino debido a que en el año 2000 la compañía brasileña había registrado el nombre y marca de iPhone para su uso futuro.
Un extenso artículo de la BBC por aquel entonces detalla a profundidad cómo fue la odisea para lograr registrar el nombre ante las autoridades locales. Donde iniciaron el proceso desde el año 2000, bajo la ambición supuesta de: “juntar internet con el teléfono, para crear una revolución tecnológica en el mundo de los celulares”.
Sin embargo Gradiente no movió un solo dedo con esta marca, hasta el año 2008, donde revalidó el registro de marca, ante la obvia amenaza del arribo comercial del iPhone de Apple, que fue revelado ese mismo año.
De hecho llegó al mercado el teléfono de Steve Jobs y la marca brasileña se mantuvo silente, hasta el año 2012 cuando lanzaron su propia versión del iPhone. Un smartphone de USD $300, con un procesador de 700MHz, una pantalla de 3,7 pulgadas y corriendo sobre Android 2.3 Gingerbread.
PUBLICIDAD
Este modelo soportaba dos tarjetas SIM, contaba con una flamante memoria RAM de 2 GB, conexión Wi-Fi, 3G y Bluetooth, y una cámara de 5 MP. Se trataba a todas luces de un dispositivo de gama media a baja, pero eso no dejó tranquilo a Apple.
El pleito por el Gradiente iPhone sigue hasta nuestra fechas
Las últimas novedades de este chisme la tuvimos en 2022. En la última década lo más que había podido ganar Apple fue el obligar a la compañía a usar el nombre completo de “Gradiente iPhone” para distinguirlo del teléfono inteligente que todo mundo conoce.
Pero más allá de ello el caso no ha avanzado. El juicio sigue pendiente de fecha, aunque no pinta bien para Gradiente, ya que el fiscal general Augusto Aras en su momento se mostró un tanto a favor de Apple.
En todo caso es una historia interesante de una compañía que logró adelantarse a Steve Jobs y su empresa completa.