Solemos pensar en los ciberdelincuentes como sujetos con capuchas que trabajan en sótanos clandestinos. A veces los imaginamos como personas con actitudes sospechosas, que están en una camioneta, que usan como laboratorio informático para robar nuestra información.
Pero la realidad es no trabajan de esa manera. Los cibercriminales o hackers son personas comunes imperceptibles para los ciudadanos comunes e incluso para las autoridades. No te roban en el momento en que vas caminando por la calle. El hackeo o vulnerabilidad inicia cuando conectamos nuestros dispositivos en sitios públicos, en los que suelen haber malwares instalados.
Es por eso que, siempre que salgas de vacaciones, evita a toda costa conectarte en redes públicas de Wi-Fi, no conectes cables a puertos USB públicos, ya que en estos sitios suelen haber programas malignos con los que acceden a tu información personal.
El sitio Infobae informa que a este método se le conoce como el “juice jacking”. Se trata de un mecanismo con el que instalan un archivo malicioso con el que pueden controlar tus dispositivos de manera remota. De esta manera roban tus direcciones de correo y otras informaciones confidenciales con las que posteriormente pueden hacer phishing.
No sólo acceden a través de las conexiones de puertos USB públicos, sino que también ingresan cuando los usuarios se acoplan a redes de Bluetooth públicas.
Cómo evitar la instalación de malware en sitios públicos
- Siempre lleva tu cargador con tu propio adaptador de electricidad.
- No te conectes a puertos USB públicos, siempre usa las conexiones de electricidad.
- En caso de no haber conexiones de electricidad, intenta tener un power bank.
- Nunca te conectes por Bluetooth a dispositivos desconocidos.
- Activa la opción de preguntar siempre antes de aparear un dispositivo por Bluetooth.
