Hay que aceptar que la mejor aplicación para la navegación en el tránsito de una gran ciudad es el Waze. El servicio no tiene publicidad invasiva y tampoco te obliga a tener una suscripción. Hace todo el trabajo que necesitas de elegir la mejor ruta para llegar a un lugar completamente gratis.
¿Realmente es gratis? Nada lo es en este mundo y mientras más atractiva suene la propuesta más peligroso puede ser. No se puede vivir sólo de descargas, y Waze, pareciera hacerlo sin ningún tipo de problemas.
Waze nació de una manera muy simple. Su fundador, Ehud Shabtai, recibió de parte de su esposa un GPS de regalo. Encontró ciertas falencias y por eso desarrolló una app, siempre gratis, llamada FreeMap Israel, en el 2006.
La app creció rápidamente gracias a que Ehud Shabtai utilizó un método de trabajo llamado crowdsourcing, un modelo de trabajo que consiste en obtener ideas, servicios, contenidos o financiamiento solicitando a personas en línea. Entonces, al no tener empleados fijos para su emprendimiento, poco a poco se fue levantando.
Bajo esta modalidad pasaron a ser Waze en el 2008 y hasta el sol de hoy siguen manteniendo esa política de trabajo. “La misión de Waze es trabajar juntos para mejorar la calidad de la conducción diaria de todos. Al participar en la comunidad de Waze, ayudas a otros Wazers a obtener un mapa más preciso, informes de tráfico actualizados, aplicaciones y funciones localizadas, y más”, dicen en sus términos y condiciones.
¿De dónde saca financiamiento Waze?
Entonces, ¿de dónde saca financiamiento Waze? De acuerdo con una reseña de Computer Hoy, Waze vende tus datos en línea. Afortunadamente no es a ciberdelincuentes, sino a anunciantes que meten las publicidades en otros servicios de tu navegación, sin ser invasivos en el Waze.