Vivimos en un mundo dominado por los smartphones, con todo el mundo viviendo en este imperio hiperconectado, con cada teléfono inteligente plagado por aplicaciones de todo tipo, desde redes sociales hasta plataformas de trabajo, mismas que saturan nuestra vida con notificaciones y alarmas. A veces dan ganas de volver a los buenos viejos tiempos antes del nacimiento de estos dispositivos. Los locos de la cervecera Heineken lo saben y pensando en ello han lanzado el Boring Phone, un teléfono que no hace nada comparado con un Android o un iPhone.
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Este dispositivo, creado en colaboración con la marca de ropa urbana Bodega y la empresa de telefonía HMD Global, los mismos que se encargan hoy en día de la fabricación de los teléfonos móviles de la marca Nokia, ha sido diseñado para alejar a los usuarios de las distracciones digitales y fomentar la interacción social real, mediante una estrategia simple: usar un teléfono celular del siglo pasado.
Puede sonar ridículo en principio, pero para aquellos que vivimos saturados por la demanda y uso de las redes sociales puede representar la oportunidad de un oasis, que podemos disfrutar acompañado con una cerveza.
El Boring Phone de Heineken y Nokia es el mejor invento de los últimos años
El Boring Phone de Heineken, tal como reportan los amigos de HMD en su propio sitio web oficial, tiene un aspecto 100% retro, inspirado en los clásicos teléfonos Nokia de principios de la década del 2000, cuando esta compañía era la líder absoluta del mercado gracias a su tecnología para llamadas de audio y recepción de mensajes SMS, algo que quedó relegado y borrado del mapa con el nacimiento del smartphone.
Este bebé que ahora vuelve en cambio cuenta con una carcasa de plástico transparente que deja ver la placa base verde, una pantalla pequeña sin tecnología táctil y un teclado físico T9, como en los viejos buenos tiempos. Este teléfono no está diseñado para navegar por internet, ver videos o jugar juegos. Esa es su intención absoluta.
De hecho, sus funciones se limitan a llamadas, mensajes de texto, radio FM y una versión del clásico juego de la vibor que se encuentra preinstalado de fábrica. La idea detrás de todo este proyecto es que los usuarios se desconecten del mundo digital y se conecten con las personas que los rodean sin tener como intermediario a WhatsApp, Instagram, TikTok u otra app.
Es tan loco que resulta brillante, sobre todo para estos días tan apresurados y saturados por la tecnología.
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Por desgracia Heineken no piensa vender el Boring Phone
Heineken por el momento no tiene planes para vender su Boring Phone al público en general. En cambio, la compañía regalará el teléfono a “fiesteros” de todo el mundo como parte de una campaña para promover la interacción social directa en la vida real.
Si bien es poco probable que tenga un impacto significativo en el mercado de los teléfonos inteligentes por su funcionalidad limitada, es un hecho que este proyecto nos resulta muy atractivo a quienes ya estamos hartos de tantas notificaciones.
Crucemos los dedos para que este dispositivo llegue hasta a América Latina de la mano de Heineken. Podría ser popular a su modo entre ciertos usuarios.