Steve Jobs, Steve Wozniak y Ronald Wayne fundaron Apple en 1976. Pero nueve años más tarde, la empresa despediría a Jobs en una movida que generó una crisis y su posterior regreso.
La historia es esta: la Junta Directiva de Apple decidió la salida de Steve Jobs por una serie de desacuerdos. Las diferencias se centraron en cuestiones estratégicas, filosofías empresariales y enfoques diferentes.
En particular, Jobs estaba descontento con la dirección que estaba tomando la empresa. Quería centrarse en el desarrollo de productos innovadores y de alta calidad, mientras que John Sculley, el CEO de la compañía, se interesaba más en expandir el negocio y diversificar la línea de productos.
Lo contó Steve Jobs durante su famoso discurso de graduación en la Universidad de Stanford.
“Quedé fuera… y muy públicamente. Lo que había sido el foco de toda mi vida adulta había desaparecido y era devastador. Fue un fracaso muy público”, dijo.
John Sculley y su relación con Steve Jobs
Sculley llegó en 1983, dos años después que Apple Computer salió a bolsa. Era director de Pepsi-Cola, y el mismísimo Steve Jobs lo llamó para que asumiera el control de la compañía tecnológica.
“¿Quieres pasar el resto de tu vida vendiendo agua azucarada o quieres tener la oportunidad de cambiar al mundo?”, le dijo Jobs a Sculley.
Para 1985 ya había un desgaste entre ambos personajes, producto de una lucha de poder. William Simon, coautor de un libro sobre Steve Jobs, relató que el fundador “exigía mucho de la gente que trabajaba para él. Eso era parte de su grandeza. Pero era demasiado… y ser gentil y educado no era parte de su comportamiento”.
Jobs también tenía un estilo de liderazgo controvertido. Era conocido por ser controlador, obsesivo y rudo, lo que lo llevó a conflictos con otros ejecutivos y empleados.
La Junta Directiva de Apple se puso del lado del CEO Sculley, y destituyó a Steve Jobs. Le quitaron competencias y le dieron una oficina a la que Jobs definió como “Siberia”.
Calificó el hecho como una traición, así que prefirió irse definitivamente.
John Sculley contaría tras la muerte de Jobs: “No fui tan sensible (sobre la decisión) como me hubiera gustado. Por otro lado, ni entonces ni más tarde tenía ninguna duda de que no teníamos otra opción que seguir la estrategia comercial que tomamos”.
“Debía continuar centrándose en el Apple II, hasta que la tecnología Macintosh se volviera lo suficientemente poderosa, lo que ocurrió más tarde en 1986, cuando pudimos lanzar Desktop Publishing y tuvo un gran éxito”, dijo Sculley.
¿Qué pasó con Steve Jobs tras su despido de Apple?
Para Steve Jobs significó la apertura a nuevos desafíos. “No lo vi entonces”, afirmó el fundador de Apple en el discurso de Stanford, “pero resultó que ser despedido de Apple fue lo mejor que me pudo haber pasado”.
Jobs creó NeXT, centrado en el desarrollo de sistemas informáticos para la educación y el sector empresarial, pero resultó un fiasco. Pero adquirió Pixar, un estudio de animación que se erigió en toda una revelación gracias a la saga de Toy Story.
Mientras, Apple iba en declive. La competencia con IBM y Microsoft la perdió, y en 1997 estaba al borde de la quiebra. Steve Jobs volvería como CEO… y el resto es historia.