Apple ha iniciado el proceso de compensación para más de dos millones de usuarios afectados por el escándalo conocido como ‘Batterygate’, poniendo fin a una batalla legal que ha durado cinco años.
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Como recuerda Gizmodo, en este caso, la compañía fue acusada y declarada culpable de ralentizar intencionalmente los modelos de iPhone más antiguos sin informar a los usuarios, lo que ha llevado a un acuerdo que incluye indemnizaciones individuales de 65 dólares para los afectados.
El Batterygate ha sido ampliamente etiquetado como uno de los mayores escándalos en la historia reciente de la tecnología. En el año 2020, Apple finalmente admitió haber lanzado una actualización en el 2017 que reducía deliberadamente el rendimiento de los iPhones más antiguos. La justificación inicial para esta actualización era proteger los dispositivos de apagones inesperados debido a problemas de batería.
Usuarios desinformados
La compañía no informó a sus usuarios sobre esta actualización, lo que llevó a quejas generalizadas sobre el rendimiento reducido y los apagones prematuros.
La controversia se intensificó a medida que se llevaron a cabo investigaciones estatales en Estados Unidos, confirmando que la actualización de software de hecho ralentizaba los dispositivos y causaba problemas.
Aunque Apple negó malas intenciones y finalmente aceptó pagar hasta 500 millones de dólares en indemnizaciones, cuya cantidad variaría según la cantidad final de usuarios que presentaran reclamaciones. Después de varias apelaciones y litigios, el caso finalmente ha concluido con la ratificación de la sentencia inicial, lo que ha permitido el inicio del proceso de compensaciones.
Es importante señalar que el período para presentar reclamaciones y recibir compensaciones ya ha concluido. Los usuarios que presentaron reclamaciones previamente pueden verificar el estado de las mismas a través de un sitio web designado para tal fin.
