A regañadientes: Apple “tendrá que cumplir” con el uso de la carga USB-C para su iPhone impuesto por la Unión Europea, confirmó un ejecutivo de la empresa.
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Desde el 1 de enero de 2025 no se podrá comercializar en Europa ningún dispositivo, ni de Apple ni de otra compañía, sin un puerto USB-C.
Greg Joswiak, vicepresidente senior de marketing mundial de Apple, habló escuetamente acerca de la orden de los europeos.
“Obviamente tendremos que cumplir”, dijo Joswiak, durante la conferencia The Wall Street Journal Tech Live, esta semana.
No obstante, el ejecutivo criticó a la Unión Europea por el tema, admitiendo el desacuerdo entre ambas partes. “Creemos que el enfoque habría sido mejor para el medio ambiente y mejor para nuestros clientes al no tener una orden tan prescriptiva”, señaló, de acuerdo con CNBC.
La decisión de la Unión Europea sobre los puertos USB-C
La Unión Europea obliga que los dispositivos electrónicos tengan un estándar de carga común, en este caso el USB-C.
Esta semana, como parte de la continuación del protocolo, los ministros de los estados miembros de la UE aprobaron la llamada Ley Común de Cargadores. Para 2024, los dispositivos electrónicos, incluyendo teléfonos móviles y tabletas, deben ser compatibles con la carga referida.
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El estamento legal tardó 10 años en elaborarse.
Apple creó su teléfono inteligente iPhone con un cargador Lightning patentado, pero la imposición de la UE obliga a que se adapte al USB-C.
Esto permite que el usuario no tenga que contar con varios cargadores, sino que con solo uno, el USB-C, puede trabajar. ¿Influye esto en Latinoamérica? No, solo en la Unión Europea, así que acá todavía los clientes de Apple deben poseer otros adaptadores especiales.
Un antiguo ejecutivo de Apple celebró la decisión de la UE
La decisión de la Unión Europea ha sido celebrada por figuras como Tony Fadell, antiguo vicepresidente de Apple, que afirmó: “El mundo se convirtió al USB-C”.
“La Unión Europea solo obligó a Apple a hacer lo correcto”, indicó Fadell, conocido como el padre del iPod.
“Era necesaria cierta regulación y estandarización por parte del consumidor, ya que las empresas no siempre están interesadas en hacer lo correcto para el mejor interés de la sociedad”.