WhatsApp está modificando su política de privacidad como resultado de una enorme multa por protección de datos a principios de este año por parte del organismo de control de protección de datos de Irlanda.
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Tras una investigación, la entidad emitió una multa de 225 millones de euros, la segunda más grande de la historia sobre protección de datos, y ordenó a Meta, la empresa matriz de la aplicación, que cambiara sus políticas.
La antes llamada Facebook está apelando contra la multa, pero está modificando sus documentos de política de privacidad en Europa y el Reino Unido para cumplir con la orden, asegura la BBC en un informe.
“No hay cambios en nuestros procesos o acuerdos contractuales con los usuarios, y los usuarios no estarán obligados a aceptar nada ni a tomar ninguna acción para seguir usando WhatsApp”, comunicó WhatsApp al anunciar el cambio, insistiendo en que nada sobre su servicio está cambiando.
Los ajustes están diseñados para “agregar detalles adicionales sobre nuestras prácticas existentes”, indica WhatsApp, y solo aparecerán en la versión europea de la política de privacidad, que ya es diferente de la versión que se aplica en el resto del mundo.
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La multa llegó por la caótica actualización de enero
En enero, los usuarios de WhatsApp se quejaron de una actualización en los términos de la app, que muchos creían que daría lugar a que los datos se compartieran con la ahora llamada Meta.
Muchos pensaron que negarse a aceptar los nuevos términos y condiciones resultaría en el bloqueo de sus cuentas, y durante la confusión, millones de usuarios optaron por descargar aplicaciones que compiten con WhatsApp, como Telegram o Signal.
WhatsApp se vio obligada a retrasar sus cambios y pasar meses luchando contra la percepción pública de lo contrario.
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Al escribir sobre los nuevos ajustes requeridos por el Comisionado de Protección de Datos de Irlanda (DPC), WhatsApp abordó directamente ese tipo de preocupaciones.
“Esta actualización no cambia la forma en que procesamos, usamos o compartimos los datos del usuario con nadie, incluido Meta, ni cambia la forma en que operamos nuestro servicio. Los usuarios no estarán obligados a aceptar nada nuevo ni a tomar ninguna medida para seguir usando WhatsApp”.
La compañía también enfatizó que su servicio está, y continúa siendo, cifrado de extremo a extremo, lo que significa que los mensajes solo pueden ser leídos por el remitente y el destinatario. La nueva política de privacidad contiene sustancialmente más información sobre qué se hace exactamente con la información de los usuarios.
La multa impuesta a WhatsApp fue el resultado de una investigación sobre si el gigante de las redes sociales era lo suficientemente transparente sobre cómo maneja la información de los usuarios.