Cada vez es más normal ver que los dispositivos de la última era dependen de los puertos USB-C. Sin embargo, no podemos negar que todavía tenemos dispositivos vigentes, como monitores o distribuidores, que todavía tienen conexiones de HDMI.
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No es raro que la conexión falle. De hecho, en estos últimos años se ha vuelto hasta normal. Por lo tanto, aquí te vamos a dejar una breve guía en la que te explicamos los motivos por los que podría estar fallando y las posibles soluciones que puedes ejecutar en casa.
Fallas de conexión entre USB-C y HDMI
El puerto no es compatible con salida de video
No todos los puertos USB-C transmiten video. Para que un adaptador USB-C a HDMI funcione, el puerto debe ser compatible con Modo Alt DisplayPort o Thunderbolt 3/4.
Si tu computadora o teléfono no admite esta función, el adaptador simplemente no funcionará.
La solución en este caso es, primero que todo consultar las especificaciones de tu dispositivo para que corrobores que en realidad no es compatible. En caso de que lo confirmes, necesitarás un dock con salida de video integrada o un adaptador específico para tu modelo.
Adaptador o el cable HDMI defectuosos
Muchas veces, el problema no está en la computadora, sino en el hardware. Cables HDMI defectuosos o adaptadores de baja calidad pueden causar una mala conexión o incluso bloquear la señal por completo.
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La solución es probara con otro cable HDMI y, si es posible, usa un adaptador diferente para descartar fallas.
Configuración incorrecta en el sistema
Si la conexión física es correcta, es posible que el problema esté en la configuración del sistema. Solución: En Windows, presiona win +p y elige “Duplicar” o “Extender”. En macOS, ve a Preferencias del Sistema > Pantallas y ajusta la configuración adecuada.
Drivers desactualizados o incompatibilidad
Los drivers de la tarjeta gráfica pueden afectar la salida de video. Solución: Actualiza los controladores desde la página oficial de tu fabricante (Intel, NVIDIA, AMD) y reinicia el sistema.
Si ninguna de estas soluciones funciona, podría tratarse de una incompatibilidad del hardware. Antes de comprar un adaptador, verifica siempre la compatibilidad con tu dispositivo. Así evitarás frustraciones y podrás conectar tu pantalla sin problemas.
