El mundo de los multimillonarios hay una iniciativa en común: muchos de los hombres y mujeres más ricos del mundo firmaron un documento llamado “The Giving Pledge”, que en español se traduce a el “compromiso de dar” y que básicamente aleja el dinero de sus fortunas a sus esposas e hijos.
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Se sabe que multimillonarios que ya fallecieron, como el caso de Steve Jobs, no dejaron prácticamente a sus descendientes. El genio detrás de Apple tuvo tres hijos, Reed, Erin, Eve y Lisa. Les pudo haber dejado todo, pero cuando se enteró de su enfermedad redactó un testamento en el detalló que dejaba toda su fortuna a su esposa, Laurene Powell Jobs.
La realidad es que no dejó todo para que su esposa se lo gastara en lo que quisiera. El trabajo de la viuda de Jobs es administrar la herencia, y las ganancias que sigue recibiendo de Apple, para donarlas a causas benéficas alrededor del mundo.
Es lo mismo que hicieron personalidades multimillonarias en serio (no como as de Hollywood), que firmaron esta iniciativa mencionada para que sus fortunas ayuden a construir un mundo mejor.

¿The Giving Pledge?
La primera calificación es que es una iniciativa filantrópica. Se fundó en el año 2010, como iniciativa de Bill y Melinda Gates, en conjunto con Warren Buffett. El objetivo es invitar a las personas más ricas del mundo a donar al menos la mitad de su fortuna a causas benéficas, ya sea durante su vida o en su testamento.
En estos últimos 15 años se han sumado alrededor de 240 multimillonarios, entre los que destacan nombres como los de Elon Musk, Mark Zuckerberg y Priscilla Chan, MacKenzie Scott (exesposa de Jeff Bezos, Amazon), Larry Ellison y Richard Branson, entre otros.
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Las donaciones de estas personalidades han sido dirigidas a la educación, salud, cambio climático, igualdad social y más.
Steve Jobs tenía sus razones
Cada uno de los multimillonarios tiene sus razones, en las que explica por qué no les dejan todo el dinero a sus hijos. Bill Gates, por ejemplo, firmó un documento en el que sus hijos reciben una parte que, si la comparamos con el porcentaje de su fortuna es nada. Sin embargo, son sumas realmente cuantiosas y los impulsa a no ser dependientes del dinero de otras personas.
Es muy similar lo que ocurrió con Steve Jobs, quien pensaba que una herencia del tamaño de su fortuna era una barrera para el crecimiento profesional de sus hijos. “No estamos interesados en construir riqueza generacional”, ha dicho su viuda en diferentes entrevistas.