Un equipo de científicos de la NASA ha logrado capturar y hacer perceptible el sonido producido por un agujero negro supermasivo llamado Perseo. Este objeto cósmico, ubicado a 250 millones de años luz de distancia, produjo un fuerte aullido que sorprendió a más de uno.
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Gracias a los datos recopilados por el Observatorio de rayos X Chandra, los astrónomos detectaron ondas acústicas que se propagaban mediante el gas extremadamente caliente que rodea al agujero negro. Destacando que de primera instancia, estas son ondas imposibles de escuchar directamente a consecuencia de su frecuencia extremadamente baja, pero han sido procesadas y amplificadas para ser perceptibles por el oído humano.
El resultado de esta peculiar mezcla de sonido, es un crujido profundo y resonante, que evoca una sensación de inmensidad y misterio. Los científicos han descrito este sonido como el más grave jamás detectado en el universo, una nota musical que vibra con una frecuencia tan baja que equivale a un ciclo por cada 10 millones de años.
Pero, ¿cómo es posible que exista sonido en el vacío del espacio? La respuesta radica en el gas extremadamente denso que rodea al agujero negro. Este gas actúa como un medio a través del cual las ondas sonoras pueden propagarse, similar a como el sonido viaja a través del aire en la Tierra.
Por si pareciera poco, esta sorprendente revelación también proporciona a los científicos una nueva herramienta para estudiar la evolución de los cúmulos de galaxias. Las ondas sonoras desempeñan un papel crucial en el calentamiento del gas intergaláctico, influyendo en la formación de estrellas y la estructura de las galaxias.
Además del agujero negro en el cúmulo de Perseo, los científicos también han aplicado esta técnica de “sonificación” a otros objetos cósmicos, como el agujero negro supermasivo en la galaxia M87. Al transformar los datos visuales en sonido, los astrónomos pueden obtener una nueva perspectiva de estos fenómenos cósmicos y descubrir detalles ocultos que podrían pasar desapercibidos en las imágenes tradicionales.
La capacidad de escuchar los sonidos del universo abre un nuevo capítulo en la exploración espacial. Esta innovadora técnica no solo nos permite conectar con el cosmos de una manera más profunda y personal, sino que también nos brinda una valiosa herramienta para comprender los misterios más profundos del universo.
