A partir del próximo 1 de febrero de 2025, millones de usuarios de Netflix dejarán de recibir el servicio ya que la plataforma de streaming dejará de funcionar en toda una serie de televisores y teléfonos celulares. Esta decisión, anunciada por la compañía, es producto e una serie de mejoras y actualizaciones que la plataforma implementará y que no soportarán los dispositivos más antiguos.
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Un sin fin de marcas dejarán de recibir servicio
La lista de dispositivos afectados es extensa y abarca tanto televisores inteligentes como teléfonos móviles. Entre las marcas de televisores más perjudicadas se encuentra Sony, con modelos de la línea Bravia como las series KDL, XBR, W95 y X95 a la cabeza. Estos televisores, al no poder recibir las actualizaciones necesarias, quedarán inhabilitados para ejecutar la aplicación de Netflix.
En cuanto a los teléfonos celulares, la incompatibilidad se centrará en aquellos dispositivos que no puedan actualizarse a Android 7.0 o iOS 17.0. Modelos como el Galaxy S3, Galaxy Note 2, LG Optimus L5 y Xperia Z, así como los iPhone X y versiones anteriores, se verán afectados por esta medida.
La razón detrás de esta medida es la constante evolución tecnológica. Al igual que cualquier otro servicio en línea, Netflix busca ofrecer la mejor experiencia posible a sus usuarios, lo que implica mantener la plataforma actualizada y compatible con las últimas tecnologías. Sin embargo, esta actualización tiene como consecuencia dejar atrás a dispositivos más antiguos que no pueden cumplir con los nuevos requisitos técnicos.
Para aquellos usuarios que se vean afectados por esta decisión, existen varias alternativas para seguir disfrutando del contenido de Netflix. Una de las opciones más comunes es utilizar consolas de videojuegos como PlayStation o Xbox, o bien, adquirir dispositivos de streaming como los populares sticks. Otra alternativa es conectar el televisor a una tableta o computadora a través de un cable HDMI.
La decisión de Netflix de dejar de dar soporte a dispositivos más antiguos no es un caso aislado y de hecho, es parte de un fenómeno cada vez más común producto e la obsolescencia tecnológica que vivimos en la realidad. A medida que las tecnologías avanzan a un ritmo acelerado, los dispositivos más antiguos quedan rezagados y pierden compatibilidad con los nuevos servicios y aplicaciones.
