En el campo de batalla de los smartphones 2025, las cámaras son las armas más que letales. Es por eso que decidimos subir al ring a los dos buques insignas de este segmento: En una esquina tenemos al recientemente lanzado Samsung Galaxy S25 Ultra, el titán que quiere que captures hasta el número de placas de un coche desde la cima del Everest.
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En la otra está el iPhone 16 Pro Max, el minimalista perfeccionista que promete que todas tus fotos luzcan como portadas de revista sin que tengas que mover un dedo. Pero... ¿quién tiene la mejor cámara? Vamos a descubrirlo.
Samsung Galaxy S25 Ultra: El exagerado perfeccionista
Samsung no se anduvo con pequeñeces. “¿Cámara de 200 MP? Claro, ¿por qué no?”, dijo su equipo de diseño, mientras le añadían lentes como si fuera una navaja suiza. Aquí tienes lo que trae:
- 200 MP en la cámara principal: No estás sacando fotos, estás escaneando la realidad. Cada grano de arena, cada poro, todo queda registrado.
- Teleobjetivo de 50 MP con zoom óptico 5x: Ideal captar detalles lejanos como el pétalo de una flor o un pájaro a tres árboles de distancia.
- Teleobjetivo adicional de 10 MP con zoom óptico 3x: Perfecto para retratos y momentos en los que quieres un zoom intermedio sin complicarte.
Samsung también mejoró su modo nocturno, porque claro, ¿quién no quiere capturar una foto del gato negro de su vecino en plena oscuridad y que parezca sacada de una película de Pixar?
Eso sí, necesitas algo de paciencia, porque el Galaxy te da tantas opciones y botones que puedes terminar preguntándote si estás manejando un smartphone o un satélite.
iPhone 16 Pro Max: La magia sencilla
Apple, fiel a su estilo, no se enfocó en los números, sino en el resultado final. ¿48 MP en la cámara principal? Sí, pero gracias a su magia de software y su chip A18 Pro, las fotos que toma el iPhone tienen una nitidez y naturalidad que parecen hechas por un fotógrafo profesional que cobra por hora.
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¿Qué más tiene?
- Ultra gran angular de 48 MP: Ideal para capturar todo el grupo en las fotos familiares, incluso a ese primo que siempre queda fuera de cuadro.
- Teleobjetivo de 12 MP con zoom óptico 5x: Perfecto para captar cosas a distancia. Aunque, a diferencia de Samsung, no está obsesionado con mostrarte el ADN del sujeto fotografiado.
El iPhone tiene un talento especial para que tus fotos parezcan siempre perfectas, sin importar si tienes idea de lo que haces o no. ¿Te salió movida la foto? El iPhone lo arregla. ¿El cielo estaba feo? No importa, ahora luce como un atardecer digno de Instagram. Es como un filtro, pero sin necesidad de agregarlo.
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Selfies: ¿Quién te hará sentir más guapo/a?
Aquí Samsung saca la artillería pesada con su cámara frontal de 40 MP. Si eres fan de las selfies, prepárate, porque esta cámara no te perdona nada. ¿Poros? ¿Cabello fuera de lugar? ¿Ese granito que salió esta mañana? Todo saldrá en la foto con detalles increíbles.
Es genial si quieres editar cada detalle después, pero no tanto si prefieres fotos más naturales.
El iPhone, por otro lado, con su cámara frontal de 12 MP, opta por un enfoque más suave y favorecedor. Es como un amigo que te dice: “No te preocupes, te ves increíble”. No muestra cada imperfección, pero sigue logrando que te veas como la mejor versión de ti mismo.
Videos: Spielberg estaría orgulloso
En cuanto a video, el iPhone 16 Pro Max sigue siendo el rey de la cinematografía. Su capacidad para grabar en 4K con Dolby Vision HDR hace que incluso un video de tu perro corriendo en el parque parezca un tráiler de película de Hollywood.
El Galaxy S25 Ultra, por su parte, apuesta por el futuro con grabación en 8K a 30 fps. Suena impresionante, pero seamos honestos, ¿quién tiene una pantalla 8K para ver esos videos? Aun así, si eres de los que siempre quiere estar a la vanguardia, esto es para ti.
¿Entonces, quién gana?
Si amas los megapíxeles y te encanta la idea de ser un fotógrafo con control absoluto, el Galaxy S25 Ultra es tu elección. Pero si prefieres algo sencillo pero impecable, el iPhone 16 Pro Max es tu mejor amigo. Es para quienes quieren tomar una foto y decir: “Wow, me quedó genial”, sin preocuparse por configuraciones.
Al final, ambas cámaras son impresionantes, pero con personalidades muy distintas. Así que, ¿eres más de Samsung, el nerd obsesivo del detalle, o de Apple, el minimalista que siempre acierta? La elección está en tus manos… y en tu bolsillo.
