Fitbit, conocida por ser una de las marcas líderes en el mundo de los wearables, tendrá que desembolsar 12,25 millones de dólares como multa tras los problemas que sus relojes inteligentes Ionic causaron… literalmente quemaduras. Sí, esos dispositivos no solo registraban tus pasos, también podían dejarte con una quemadura de segundo o tercer grado. Un “detalle” que, según parece, no estaba en las especificaciones del producto.
PUBLICIDAD
Te puede interesar: [ChatGPT tiene una falla de seguridad que podría provocar un ataque devastador]
¿Qué pasó con el Fitbit Ionic?
La historia no es nueva: en 2022, Fitbit tuvo que retirar del mercado 1,7 millones de relojes Ionic después de que las baterías de iones de litio decidieran que era buena idea sobrecalentarse, con resultados desastrosos. Según la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC), hubo 115 informes de relojes sobrecalentados, y de esos, 78 mencionaron lesiones. Entre ellas, destacan:
- Cuatro casos de quemaduras de segundo grado.
- Dos casos de quemaduras de tercer grado.
Y si te estás preguntando, “¿qué demonios hizo Fitbit al respecto?”, bueno… nada rápido. La CPSC señala que Fitbit no informó del problema inmediatamente, como estaba obligado a hacer. De hecho, los reportes comenzaron a llegar desde 2018, pero no fue hasta 2022 que decidieron tomar acción. Eso es como ignorar un incendio en tu casa porque crees que “se apagará solo”. Spoiler: no lo hace.
Una multa para aprender (¿o no?)
El acuerdo entre Fitbit y la Comisión incluye la millonaria multa y un compromiso por parte de la empresa de implementar controles internos para garantizar que todos sus productos cumplan con la Ley de Seguridad de Productos del Consumidor. Básicamente, ahora tienen que asegurarse de que sus dispositivos no pongan en peligro a los usuarios, algo que suena básico, pero aparentemente no lo era.
El problema va más allá del Ionic
Si piensas que esto fue un caso aislado, lamentamos decirte que no. En 2023, Google, la empresa propietaria de Fitbit, fue demandada por consumidores que alegan que los problemas de batería no son exclusivos del Ionic. Según la denuncia, otros dispositivos Fitbit también presentan riesgos de sobrecalentamiento, convirtiéndolos en potenciales peligros de incendio ambulantes.
Ah, y para agregar insulto a la lesión (o a las quemaduras), algunos usuarios alegan que Fitbit intentó culparlos a ellos. La empresa sugirió que los problemas se debían a la “higiene del consumidor”. Así es, en lugar de admitir fallas en el diseño, insinuaron que tal vez tú eras el culpable por, no sé, sudar mientras haces ejercicio… como si eso no fuera literalmente el propósito de un smartwatch deportivo.
PUBLICIDAD
Te puede interesar: [Estas luces inteligentes ahora podrían convertirse en sensores de movimiento]
Un problema que no se olvida
Lo peor de todo es que Fitbit parece haber ignorado las quejas de los clientes durante años. En la demanda de 2023, hay relatos de consumidores que buscaron respuestas y solo encontraron silencio o excusas de atención al cliente. Uno de ellos incluso mencionó que el equipo de soporte de Fitbit simplemente les dijo que era un problema “aislado”. Claro, porque 115 casos de sobrecalentamiento son algo completamente normal.
Por ahora, Fitbit tendrá que pagar la multa y trabajar en mejorar sus estándares de seguridad. Aunque la multa de 12,25 millones puede sonar grande, para una compañía respaldada por Google, es como encontrar un billete arrugado en el bolsillo de tu chaqueta. Pero, si algo queda claro, es que el daño a la reputación puede ser mucho más costoso.
Por supuesto, habrá quienes se pregunten si esta experiencia hará que Fitbit (y Google) tomen la seguridad más en serio o si seguiremos viendo problemas similares en el futuro. Solo el tiempo (y las demandas) lo dirán.
Fitbit, por favor, no queremos dispositivos explosivos
En el mundo de los wearables, la competencia es feroz, pero ninguna empresa necesita que sus productos literalmente ardan en llamas para destacar. Mientras que Fitbit trata de salir de esta crisis, esperemos que aprendan algo importante: tus clientes quieren relojes que cuenten pasos, no que los quemen en el proceso.