Elon Musk, Mark Zuckerberg, Tim Cook, Jeff Bezos y otros titanes de la tecnología se preparan para asistir a la ceremonia de investidura de Donald Trump el lunes. Sin embargo, hay una notable ausencia en esta reunión de pesos pesados: Jensen Huang, el CEO de Nvidia. Mientras todos se dirigen a Washington DC, Huang tiene otros planes que involucran menos política y más celebración familiar.
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El gran ausente
Cuando Reuters preguntó si Jensen Huang estaría presente en la ceremonia, su respuesta fue tan diplomática como práctica. En lugar de codearse con Trump y otros gigantes tecnológicos, Huang estará celebrando el Año Nuevo Lunar “en el camino” con empleados de Nvidia y sus familias.
Aunque no estará en primera fila en el evento, Huang no cerró la puerta por completo. Declaró que espera “felicitar a la administración Trump cuando tome posesión del cargo”. Una jugada estratégica que deja claro que, aunque no asista, Nvidia sigue en el juego político, aunque sea desde el margen.
¿Qué está haciendo Nvidia mientras tanto? Chips, chips y más chips
Lejos del bullicio político, Huang está enfocado en mantener a Nvidia en la cima de su juego. En una conversación con periodistas en Taipei, reveló que estuvo discutiendo el aumento de la producción de chips de inteligencia artificial Blackwell con Chung Ching Wei, el presidente de TSMC, principal proveedor de Nvidia.
Con Nvidia controlando el 90% del mercado de chips de IA, es evidente que su prioridad sigue siendo el negocio. Además, Nvidia criticó recientemente un marco de regulación de inteligencia artificial anunciado por la administración Biden, que limita la exportación de estos chips a ciertos países.
En un comunicado en su blog, Nvidia elogió las políticas más laxas de la primera administración Trump y expresó su deseo de “un regreso a las políticas que fortalecen el liderazgo estadounidense”. En pocas palabras, Huang tiene claro que su lealtad es primero hacia Nvidia y sus chips, no hacia ceremonias políticas.
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La lista VIP: quién fue y quién no
La toma de posesión de Trump será, como era de esperar, una pasarela de los grandes nombres tecnológicos. Meta, Google, Microsoft, y hasta OpenAI han prometido un millón de dólares cada uno para financiar el evento, mientras que figuras como Tim Cook, Sundar Pichai y Mark Zuckerberg han aparecido regularmente en los círculos sociales de Trump, incluyendo su resort en Mar-a-Lago.
Sin embargo, Jensen Huang no está en esa lista. Nvidia no ha contribuido económicamente a la ceremonia ni se ha involucrado en las reuniones informales que otros ejecutivos han tenido con Trump. A diferencia de Tim Cook o Sundar Pichai, Huang no ha sentido la necesidad de hacer acto de presencia en Mar-a-Lago para estrechar la mano del presidente electo.
Un CEO que marca su propio camino
La ausencia de Huang en la ceremonia y su decisión de enfocarse en el Año Nuevo Lunar podría interpretarse como una forma de mantenerse al margen de la política, algo que otros líderes tecnológicos parecen evitar. Mientras algunos ejecutivos se inclinan hacia la diplomacia directa (y las donaciones sustanciales), Huang parece confiar en que los logros de Nvidia hablan por sí solos.
Con un control casi total del mercado de chips de IA y un futuro lleno de nuevas tecnologías avanzadas, ¿realmente necesita Huang estar en la ceremonia para demostrar la relevancia de Nvidia? Probablemente no.
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