En menos de dos décadas, la industria de la computación ha sido testigo de una evolución tan grande que en poco tiempo ha dejado obsoletas tecnologías que en su momento fueron consideradas revolucionarias. La prueba perfecta del crecimiento que ha tenido la tecnología es el sorprendente aumento en el rendimiento que ofrecen las tarjetas gráficas actuales como las de Nvidia en comparación con las supercomputadoras de hace apenas unos años.
PUBLICIDAD
También te podría interesar: [Hay una industria con el potencial de ChatGPT y Nvidia ya apuesta por ella]
La computación como una industria que no para de evolucionar
La RTX 4090 de NVIDIA, por ejemplo, es una tarjeta gráfica diseñada para soportar programas exigentes y que ha demostrado ser capaz de superar en potencia a gigantes de la computación como el BlueGene/L de IBM. Este superordenador, que en 2004 ostentaba el primer puesto en la lista TOP500, contaba con 32.768 procesadores y una memoria de 16 TB. Sin embargo, a pesar de su complejidad y tamaño, el BlueGene/L ha sido eclipsado por la potencia bruta de una sola tarjeta gráfica moderna.
También te puede interesar: [ChatGPT suma nuevas funciones y herramientas que cambiarán la funcionalidad del chatbot]
El poder de las computadoras actuales es incomparable
Para poder comparar ambas, los TFLOPS son una gran unidad de medida, pues se refiere a los cálculos matemáticos por segundo que puede realizar un CPU o en pocas palabras, la potencia de tu computadora.
Por ejemplo, la RTX 4090 alcanza los 83 TFLOPS, superando de largo los 70,72 TFLOPS del superordenador de IBM. De hecho, el producto de NVidia ha registrado picos de rendimiento de hasta 100 TFLOPS al llevar la tarjeta al límite de sus capacidades. Esto significa que un dispositivo que cabe en la palma de la mano es capaz de realizar cálculos a una velocidad que antes solo era posible con máquinas del tamaño de una habitación.
El poder de la RTX 4090 no termina ahí. Por ejemplo, si combinamos cuatro de estas tarjetas gráficas con soporte FP8, se puede alcanzar un nivel de rendimiento comparable al de los superordenadores más potentes de 2009. Esta escalada exponencial en la potencia de cálculo demuestra que la ley de Moore, que predice una duplicación aproximada cada dos años en la densidad de transistores en un microchip, sigue vigente y continúa impulsando avances tecnológicos sin precedentes.
La evolución de la computación es un recordatorio de lo rápido que avanza la tecnología y de cómo lo que hoy consideramos como el pináculo de la innovación puede quedar obsoleto en muy poco tiempo. Es probable que en los próximos años veamos nuevas generaciones de tarjetas gráficas y procesadores que superen con creces las capacidades de la RTX 4090, haciendo que incluso esta parezca una reliquia del pasado