La levitación magnética, literalmente, se puede aplicar a todo. Esta taza para mezclar leche o cualquier otra bebida lo demuestra. La innovadora tecnología, que se aplica a sistemas de transportes masivos como trenes, buses o autos, también se puede ejecutar en artículos simples como un recipiente que viene con todo y cuchara, y que destaca por no hacer contacto directo con el líquido que le pongas adentro.
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Al artículo también lo podemos calificar como taza automática de agitación magnética. El diseño, que encontramos en la famosa tienda virtual internacional, Shein, está fabricado para revolver bebidas como café, leche o batidos sin necesidad de cucharas ni esfuerzo manual, ese es su objetivo principal.
Cuenta con un pequeño imán que flota en su base y, al activarse mediante un motor eléctrico, gira rápidamente para garantizar una mezcla uniforme. Alimentada por baterías recargables vía USB, combina eficiencia, portabilidad y tecnología en un producto ideal para el día a día.
En todos este tiempo que llevamos investigando esta tecnología, nos hemos dado cuenta que las implicaciones de la levitación magnética van mucho más allá de la comodidad doméstica.
Mover un tren = mezclar leche y café
Los sistemas innovadores llevan consigo impulsos de pequeñas, medianas y grandes escalas, como los maravillosos trenes de levitación magnética de los que tanto hemos hablado.
Estos sistemas de transporte, que operan en países como Japón y China, pueden alcanzar velocidades superiores a los 600 kilómetros por hora, gracias a la reducción del rozamiento entre las ruedas y las vías. Al levitar sobre la línea ferroviaria mediante imanes superconductores, el maglev representa el futuro del transporte rápido, sostenible y eficiente.
El principio detrás de ambas aplicaciones es el mismo: la creación de fuerzas opuestas mediante campos magnéticos. En las tazas automáticas, esta tecnología facilita tareas cotidianas, mientras que en los trenes maglev, revoluciona la manera en que las personas y mercancías se mueven por el mundo. Este contraste ilustra cómo una idea puede adaptarse a distintas escalas y propósitos, manteniendo su esencia innovadora.