Sam Altman, CEO de OpenAI, se ha llevado los titulares tras afirmar, mediante una publicación en su blog personal, que su empresa precursora de inteligencia artificial está cerca de lograr el desarrollo de una inteligencia artificial general (AGI). En una reciente publicación en su blog, Altman aseguró que OpenAI ha descifrado la fórmula para crear una IA capaz de superar la inteligencia humana y que los primeros resultados podrían verse este mismo año.
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“Hemos dado muchos giros y vueltas en el desarrollo de la IA, pero ahora estamos seguros de que sabemos cómo construir una AGI”, afirmó Altman. El ejecutivo destacó que el lanzamiento de ChatGPT fue un punto de quiebre que aceleró significativamente el avance de esta tecnología.
De acuerdo a Altman, la visión de OpenAI es crear una IA segura y beneficiosa para la humanidad. Para lograrlo, la empresa planea lanzarla de manera gradual y permitir que la sociedad se adapte a ella. “Creemos que la mejor manera de hacer que un sistema de IA sea seguro es lanzarlo al mundo de forma iterativa”, explicó.
La AGI tendría la capacidad de revolucionar múltiples sectores, desde la ciencia y la medicina hasta la economía. Altman aseguró que esta tecnología podría acelerar la innovación y generar una gran cantidad de riqueza. Sin embargo, reconoció que esta visión aún suena a ciencia ficción, pero se mostró confiado en que se hará realidad en los próximos años.
¿Qué es exactamente la AGI? Es un tipo de inteligencia artificial que supera la capacidad cognitiva humana en prácticamente todas las tareas. Aunque aún no existe una definición universalmente aceptada, los expertos coinciden en que la AGI podría resolver problemas complejos como el cambio climático o desarrollar nuevas tecnologías médicas.
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La idea de una superinteligencia artificial genera tanto entusiasmo como preocupación. Mientras algunos expertos ven en la AGI una oportunidad para mejorar la vida de la humanidad, otros temen que pueda representar una amenaza existencial. La realidad es que el desarrollo de la AGI plantea importantes desafíos éticos y sociales que aún no han sido resueltos.
