China es un país con una historia milenaria que no para de sorprender al mundo con sus hallazgos arqueológicos. Las ruinas de Sanxingdui, un yacimiento de gran relevancia en el suroeste del país, han vuelto a ser el centro de atención tras el descubrimiento de un antiguo taller dedicado a la elaboración de joyas y objetos de jade.
Un taller con decenas de reliquias
Este hallazgo, de una importancia incalculable para la arqueología y la historia, ha revelado un aspecto desconocido de la civilización que habitó esta región hace más de 3.400 años. En el taller, los arqueólogos encontraron herramientas de bronce, moldes y fragmentos de gemas en diferentes estados de elaboración, lo que sugiere una producción a gran escala de objetos de lujo destinados a la élite de la época.
El jefe de la excavación, Ran Hongling, destacó la relevancia de este descubrimiento al afirmar que arroja luz sobre el origen de las grandes cantidades de jade y piedra encontradas en Sanxingdui, así como sobre las técnicas artesanales y los procesos de producción utilizados en aquella época. Este hallazgo permite reconstruir una parte fundamental de la cadena productiva de una sociedad altamente desarrollada.
Las ruinas de Sanxingdui, con una extensión de más de 12 kilómetros cuadrados, han sido objeto de excavaciones durante décadas y han revelado una cultura rica y compleja. Los más de 60.000 artefactos encontrados hasta ahora, incluyendo máscaras de bronce gigantes, estatuas y objetos de jade, han desafiado las teorías preexistentes sobre la historia temprana de China.
El descubrimiento del taller apoya la idea de que Sanxingdui fue un importante centro económico y cultural en su época. Los objetos elaborados en este lugar no solo eran valiosos por su material, sino también por su significado simbólico y religioso.