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¿Qué son los cables USB-C maliciosos y qué puedes hacer para identificarlos?

Te dejamos unas sugerencias que puedes tomar en cuenta.

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Imagen: Archivo | ¿Qué son los cables USB-C maliciosos y qué puedes hacer para identificarlos?

En un mundo donde los cables USB-C se han convertido en una herramienta cotidiana para cargar nuestros dispositivos y transferir datos, ¿quién pensaría que podrían ser también un arma en manos equivocadas? Pero, lamentablemente, lo son. Detrás de lo que parece ser un simple accesorio se puede esconder una trampa tecnológica capaz de espiar tus llamadas, interceptar tus mensajes o incluso tomar el control total de tu computadora o teléfono móvil.

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Aunque estos cables maliciosos no son nuevos —el primero apareció en 2008— en ese entonces eran raros y costosos. Hoy, la historia es muy diferente. Han proliferado como hongos, están al alcance de cualquiera que los busque y, peor aún, algunos vendedores sin escrúpulos los comercializan como si fueran cables normales. Entonces, ¿cómo saber si el cable USB-C que tienes en tus manos es un lobo disfrazado de cordero?

¿Qué son los cables USB-C maliciosos y cómo identificarlos?

Los cables USB-C maliciosos son, básicamente, cables espía. Algunos modelos, como el conocido O.MG Cable, incluyen hardware oculto como servidores Wi-Fi integrados y keyloggers, lo que los convierte en herramientas perfectas para hackers que quieren interceptar datos o instalar malware en tus dispositivos.

El problema, y aquí viene la mala noticia, es que estos cables están diseñados para parecerse a los normales. A simple vista, son indistinguibles de un cable común. Por eso, la empresa Lumafield, especializada en escaneo industrial, decidió ir más allá y poner a prueba estos cables con tecnología de rayos X en 2D y tomografía computarizada en 3D.

¿El resultado? Una radiografía 2D puede mostrar componentes sospechosos como antenas o microcontroladores ocultos en el conector, pero solo una tomografía 3D es capaz de revelar todos los elementos maliciosos que puede llevar un cable como el O.MG Cable. Eso incluye detalles como bandas de cables conectadas a matrices apiladas sobre el microcontrolador.

En resumen, si no tienes acceso a un escáner 3D industrial —y, seamos realistas, la mayoría de nosotros no lo tiene— identificar estos cables es prácticamente imposible. Pero no te preocupes, hay formas más sencillas de protegerte.

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Cómo protegerte de los cables USB-C maliciosos

Aunque no puedas llevar un escáner de rayos X en tu bolsillo, hay precauciones simples y efectivas que puedes tomar para mantenerte seguro:

  • Compra en lugares de confianza: Opta siempre por marcas reconocidas como Anker, Apple, Belkin o Ugreen. Estas empresas tienen controles de calidad rigurosos que aseguran que sus productos estén libres de hardware sospechoso. Además, no solo estarás comprando seguridad, sino también calidad, ya que los cables de baja reputación no solo pueden ser peligrosos, sino también ineficientes.
  • Detecta señales sospechosas: Observa el cable con atención. Si notas marcas borrosas, logotipos extraños, conectores USB que se calientan sin razón o inconsistencias en el diseño, es mejor no usarlo.
  • Usa un bloqueador de datos: Si solo necesitas cargar tu dispositivo, un bloqueador de datos evita que se transfiera información entre el cable y tu dispositivo. Es una medida económica pero eficaz para evitar sorpresas desagradables.
  • Prueba detectores especializados: El detector de cables O.MG no solo puede identificar cables maliciosos, sino que también funciona como un bloqueador de datos. Es una buena herramienta para quienes necesitan un nivel extra de protección.
  • Consulta a profesionales: Si trabajas con datos sensibles o simplemente quieres la máxima tranquilidad, empresas como Lumafield ofrecen servicios de detección para analizar tus cables con una precisión del 100 %.

El lado desconocido del USB-C: un riesgo creciente

Aunque aún no son muy conocidos, los cables USB-C maliciosos representan una amenaza real que está creciendo rápidamente. Lo peor de todo es que muchos de nosotros no somos conscientes de estos riesgos. Los hackers están aprovechando nuestra confianza en este accesorio tan común para robar información sin que lo notemos.

Así que comparte esta información con tus amigos y familiares. Cuantos más sepan sobre esta amenaza y adopten medidas de protección, más difícil será para los hackers hacer de las suyas. Recuerda: en un mundo donde incluso los cables pueden traicionarte, un poco de precaución nunca está de más.

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