Las tensiones comerciales entre dos de las mayores potencias mundiales han dado un salto cuántico cuando, desde este martes, el gobierno chino anunció que con efecto inmediato prohibirá la exportación a Estados Unidos de minerales clave en la creación de productos tecnológicos como el galio, el germanio y el antimonio que incluso, se pueden utilizar en la producción de productos militares. Una medida así de radical no fue casualidad y es anunciada a consecuencia de que el país norteamericano anunció nuevas restricciones a las exportaciones de chips al país asiático.
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Una guerra tecnológica en medio de dos potencias
El Ministerio de Comercio chino mencionó que la decisión se tomó en busca de resguardar la seguridad nacional y además, acusó que Estados Unidos está utilizando estas medidas como medidas políticas y con ello, hacer de estos temas económicos una “arma”. Cabe señalar que estas restricciones no son las primeras impuestas y se suman a las ya existentes en temas de exportación de minerales que había impuestas Pekín en 2023.
Como consecuencia de estas restricciones, se ha generado una gran preocupación en Estados Unidos, quien depende en gran medida de China para el suministro de estos minerales estratégicos, utilizados en la fabricación de una amplia gama de productos tecnológicos, desde semiconductores hasta paneles solares. Un portavoz de la Casa Blanca aseguró que Estados Unidos está evaluando las nuevas restricciones y que tomará “las medidas necesarias” en respuesta.
En lo que respecta a las acciones particulares que ha realizado China en su territorio, las principales asociaciones industriales del ´país han llamado a las empresas a desconfiar de los chips estadounidenses, argumentando que ya no son seguros y que deberían optar por adquirirlos de proveedores locales.
Lo anterior sólo intensifica la rivalidad tecnológica y económica entre las dos superpotencias, teniendo en cuenta que una escalada en el conflicto de esta magnitud podría tener un impacto significativo en las cadenas de suministro globales y desencadenar una nueva guerra comercial. Tomando en cuenta que este es apenas el tercer intento de Joe Biden por frenar el crecimiento económico del país asiático y en adelante, Donald Trump, presidente electo, prometió ser aún más estricto.
