Un nuevo estudio revela que, aunque la inteligencia artificial está ganando terreno en los entornos laborales, los empleados siguen mostrando reservas a la hora de delegarle tareas que requieran interacciones humanas. Según un informe de Freshworks, basado en una encuesta realizada a más de 4.000 trabajadores, la IA está siendo bien recibida para tareas rutinarias, pero genera dudas cuando se trata de tratar directamente con personas.
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Los trabajadores y la IA: una relación ambivalente
El informe destaca un panorama mixto sobre cómo los empleados están utilizando la IA en sus trabajos. Mientras que una buena parte de los encuestados confía en las herramientas de inteligencia artificial para tareas repetitivas y operativas, muchos se muestran cautelosos respecto a su capacidad para manejar situaciones que requieran habilidades interpersonales.
Los empleados del sector de atención al cliente, en particular, señalaron que prefieren que las interacciones cara a cara o uno a uno con los clientes sigan siendo realizadas por humanos. Argumentan que la inteligencia emocional, la empatía y la capacidad de entender matices son fundamentales en estos casos, y que son cualidades difíciles de replicar con algoritmos.
El Reino Unido: a la cabeza de la adopción, pero con dudas
Curiosamente, el Reino Unido emerge como líder en Europa en la adopción de la inteligencia artificial, según los datos del estudio. Un 60% de los trabajadores británicos se sienten cómodos usando IA en sus tareas diarias, superando a países como Alemania (45%) y Francia (42%). Además, la mitad de los empleados británicos se describen a sí mismos como expertos o con un buen conocimiento de la tecnología, lo que solo es superado por los trabajadores alemanes.
Sin embargo, este entusiasmo no se traduce en confianza absoluta. Los trabajadores del Reino Unido también se destacaron como los menos cómodos al delegar tareas interpersonales a la inteligencia artificial. Esto pone de manifiesto una tensión interesante: aunque la tecnología avanza y se adopta rápidamente, persisten reservas en torno a su capacidad para manejar situaciones que involucren relaciones humanas.
¿En qué confían (y desconfían) los empleados sobre la IA?
Según el estudio, hay áreas donde los trabajadores ven claramente el potencial de la inteligencia artificial, como la automatización de tareas rutinarias o el análisis de datos. Pero cuando se trata de resolver conflictos en el lugar de trabajo, abordar preocupaciones de los empleados o generar ideas creativas, las dudas comienzan a surgir.
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A pesar de esto, la percepción general sobre la IA parece estar mejorando. El 53% de los encuestados afirmó que su comprensión de la tecnología ha aumentado, y el 48% ha notado una mejora tangible en el valor que aporta a sus tareas.
La IA en el futuro laboral
De cara al futuro, el informe subraya un esfuerzo creciente por parte de las empresas del Reino Unido para capacitar a sus empleados en el uso de la inteligencia artificial. Casi dos tercios de las organizaciones británicas (63%) planean invertir en formación sobre IA para 2025, mientras que el 52% considera que estas habilidades serán esenciales para conseguir ascensos.
Este estudio refleja un entusiasmo general por las posibilidades de la inteligencia artificial, aunque también evidencia un camino por recorrer para que la tecnología gane la confianza de los empleados en áreas más sensibles. Mientras tanto, parece que las máquinas tendrán que seguir trabajando en su “toque humano”.