El sistema parlamentario de Australia logró este jueves 28 de noviembre un fallo histórico en plena era digital. El país oceánico prohibió el uso de las redes sociales a menores de 16 años. El debate por la aprobación de esta ley ha generado un intenso debate a nivel global, sobre el uso de las plataformas de Internet, en personas de cualquier edad.
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De acuerdo con fuentes de agencias de noticias en Sidney, la medida busca proteger a los adolescentes de los riesgos asociados al uso excesivo de las redes, como el acoso cibernético y el impacto en la salud mental.
Todos estos problemas han sido señalados anteriormente en informes que señalan que quienes consumen constantemente Instagram, Facebook, TikTok y X, terminan sufriendo síntomas de ansiedad y en casos peores, depresiones agudas.
No se puede regular a una persona adulta de los consumos que haga en Internet, pero Australia al menos decidió proteger a su juventud.
Hacer cumplir esta norma de redes sociales en Australia será un reto
Todos aplauden la norma y ciertamente es un paso adelante en pro del bienestar mental de la juventud. Sin embargo, el verdadero reto estará en hacer que la norma se cumpla a rajatabla.
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En primer lugar, Australia amenaza con multas a las plataformas digitales. Redes sociales como TikTok, Instagram, Facebook, X y otras tantas más, que permitan que menores de 16 años entren a su sitio, estarán sometidos a sanciones multimillonarias que superan los 30 millones de dólares norteamericanos (49.5 millones de dólares australianos).
Empresas digitales prueban métodos de verificación
Las grandes empresas de tecnología, que son dueñas de diferentes sitios de redes sociales, ya prueban métodos como la validación a través de documentos de identidad o el uso de inteligencia artificial para analizar patrones de uso.
Meta, la compañía detrás de gigantes como Facebook e Instagram, levantó la mano para opinar al respecto, el pasado 9 de noviembre. Mia Garlick, directora de políticas regionales de Meta para Australia, comentó que la tecnología aún no ha alcanzado un nivel de desarrollo que permita una solución perfecta para controlar el acceso por edad.
“El desafío es que la tecnología aún no está del todo desarrollada en términos de tener una solución perfecta”, dijo Garlick en una entrevista con la Australian Broadcasting Corp., según Bloomberg.
Las empresas de tecnología se enfrentan a un desafío importante con esta nueva legislación. No solo deberán desarrollar sistemas para verificar la edad de los usuarios, sino que tendrán que hacerlo sin invadir la privacidad de los mismos. Además, la medida requerirá un esfuerzo coordinado entre el gobierno, las plataformas de redes sociales y los operadores de las tiendas de aplicaciones.