Tesla no para de presentar nueva tecnologías al mercado automotríz y ahora, ha dado un paso adelante en la electromovilidad al presentar un ambicioso sistema de carga inalámbrica para sus vehículos. Un avance que la compañía había descartado inicialmente, utiliza campos electromagnéticos para transferir energía a las baterías sin necesidad de cables. El primer vehículo en beneficiarse de esta innovación será el Tesla Cybercab, un robotaxi autónomo que se espera esté disponible en 2026.
El Cybercab será el primer automóvil con este tipo de tecnología
Este tipo de carga inalámbrica promete hacer más sencilla la experiencia de los conductores de vehículos eléctricos, sobre todo en entornos urbanos donde la instalación de puntos de carga puede ser complicada. Para lograrlo, buscarán eliminar la necesidad de enchufes para así poder impulsar la adopción masiva de los coches eléctricos.
La carga inalámbrica, también conocida como carga inductiva, se basa en principios de electromagnetismo. Un dispositivo de carga genera un campo electromagnético que induce una corriente eléctrica en una bobina ubicada en la parte inferior del vehículo. Esta corriente, a su vez, carga la batería. A diferencia de los cargadores convencionales, este sistema no requiere una conexión física, lo que facilita enormemente el proceso de recarga.
Durante la presentación del Cybercab, Elon Musk destacó la comodidad de esta nueva tecnología. El robotaxi, de acuerdo al CEO de Tesla, no necesitará enchufarse para cargarse. Simplemente se estacionará sobre una plataforma de carga y comenzará a recargarse automáticamente. A pesar de esta revelación, aún se desconocen muchos detalles técnicos sobre el funcionamiento y el desarrollo de este sistema.
Sin duda, la carga inalámbrica ofrece varias ventajas, como la comodidad y la facilidad de uso. Sin embargo es importante destacar que de igual forma presenta algunos desafíos como la eficiencia energética. En ocasiones, los sistemas de carga experimentan mayores pérdidas en forma de calor en comparación con los cargadores convencionales, limitando así su adopción a gran escala.
A pesar de los desafíos, esta innovación en la carga inalámbrica representa un paso importante hacia un futuro donde los vehículos eléctricos sean aún más convenientes y accesibles. A medida que la tecnología avanza y los costos disminuyen, es probable que veamos una adopción cada vez más amplia de este tipo de sistemas de carga en los próximos años.
