Al parecer, el empresario más rico del mundo trabajó en Estados Unidos sin estatus legal durante los primeros años de su carrera. La revelación, sustentada en documentos judiciales, archivos empresariales y el testimonio de antiguos socios, arroja nueva luz sobre los inicios de Musk y su controvertida postura actual sobre la inmigración.
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Nacido en Pretoria, Sudáfrica, Musk emigró a los 17 años a Canadá, donde obtuvo la ciudadanía canadiense gracias a su madre. Desde allí, se trasladó a California en 1995 con la intención de estudiar un posgrado en la Universidad de Stanford, en Palo Alto; sin embargo, el destino tenía otros planes para él, ya que pronto abandonó sus estudios para sumergirse de lleno en el mundo empresarial, cofundando Zip2, una empresa de software que más tarde vendería por casi US $300 millones en 1999.
Según The Washington Post, al no matricularse oficialmente en Stanford, Musk perdió el respaldo de su visado de estudiante, dejando su estatus migratorio en una situación legalmente complicada. Leon Fresco, exabogado del Departamento de Justicia de EE.UU., explicó al medio que aquellos con visado de estudiante no pueden abandonarlo para fundar una empresa. Esto significa que, a nivel legal, Musk no contaba con autorización para trabajar ni permanecer en Estados Unidos en los primeros años de su carrera.
¿Qué dice Musk sobre su estatus en esos años?
Curiosamente, Musk nunca ha admitido públicamente haber trabajado sin estatus legal. En una entrevista en 2013, se refirió a sus inicios en EE.UU. como una “zona gris” en términos migratorios.
En 2020, durante una conversación en un podcast, Musk afirmó que tenía un “visado de trabajo estudiantil” en ese periodo, el cual, según sus palabras, le permitía trabajar en áreas relacionadas con sus estudios. No obstante, al no matricularse en Stanford ni en ninguna otra universidad en ese momento, las bases legales de este argumento quedan en duda.
Ni Musk, ni su abogado Alex Spiro, ni el responsable de su oficina familiar respondieron a las solicitudes de The Washington Post para comentar sobre estas nuevas revelaciones. Esta falta de respuesta deja una serie de interrogantes sobre la naturaleza de su estancia en Estados Unidos durante los años formativos de su carrera.
Musk, defensor de políticas migratorias estrictas
La polémica de este descubrimiento se amplifica si se tiene en cuenta que Elon Musk se ha convertido en uno de los partidarios más activos del expresidente y actual candidato Donald Trump, quien es conocido por sus duras políticas y retórica en contra de la inmigración irregular. En los últimos meses, Musk ha utilizado su plataforma X (antes Twitter) para difundir y amplificar teorías e ideas contra los inmigrantes indocumentados, sugiriendo que “destruyen el país”. Con más de 200 millones de seguidores, sus mensajes tienen un alcance masivo y pueden influir en la opinión pública, lo que le ha valido tanto apoyo como críticas.
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Para muchos, este apoyo a las políticas antiinmigración resulta contradictorio, especialmente a la luz de las recientes revelaciones sobre su propio pasado migratorio. ¿Cómo es que alguien que en sus inicios podría haber estado en situación irregular ahora adopta una postura tan firme contra los migrantes indocumentados? Esta pregunta ha despertado un amplio debate en redes sociales y medios de comunicación, generando tanto defensores como detractores de la figura de Musk.
Un nuevo capítulo en la vida del hombre más rico del mundo
Aunque el ascenso de Musk a la cúspide del éxito empresarial es innegable, este nuevo capítulo en su vida plantea preguntas sobre cómo construyó su imperio en Estados Unidos y las implicaciones de su posición actual sobre inmigración. La situación parece revelar una paradoja en su vida: alguien que pudo haber trabajado sin papeles ahora promueve políticas restrictivas hacia otros en situaciones similares.
Este descubrimiento podría ser solo el principio de un escrutinio más profundo sobre los primeros pasos de Musk en Estados Unidos y las complejidades de su trayectoria migratoria. A medida que se destapen más detalles, el debate sobre la coherencia entre sus valores actuales y su historia personal podría seguir escalando, poniendo a Musk nuevamente en el centro de la atención pública, pero esta vez bajo una perspectiva distinta.