Este martes 5 de noviembre Estados Unidos elige un nuevo presidente. Kamala Harris, del Partido Demócrata compite contra Donald Trump, del Partido Republicano. Las encuestas dan a Trump como favorito, lo que significaría que Elon Musk tendría un puesto importante en el eventual gobierno norteamericano.
Todas aquellas personas, ciudadanos norteamericanos, que quieran integrar un cargo público de importancia en los Estados Unidos, deben tener un documento llamado Security Clearance.
Se trata de una autorización exclusiva a la que pocos pueden acceder y que es fácil de perder, si es que incurres en una de las normas que establece la política norteamericana.
Este permiso es necesario para ciertos cargos que requieren acceso a información protegida por motivos de seguridad nacional, como en el Departamento de Defensa, la CIA, la NASA, o el FBI.
Para poder obtenerla, se realiza una investigación exhaustiva del historial de la persona, abarcando antecedentes financieros, historial laboral, relaciones personales, y posibles vínculos con organizaciones extranjeras.
Dependiendo de la sensibilidad de la información a la que la persona tendrá acceso, existen varios niveles de autorización: Confidential, Secret y Top Secret.
Un artículo de The Atlantic explica que las personas que soliciten este permiso deben aclarar cuestiones personales de todo tipo en niveles como si consumieron drogas recreativas o hasta si en algún momento engañaron a sus parejas.
Elon Musk tiene una, pero los expertos dicen que la debería perder
Elon Musk tiene una desde hace años, cuando una de sus empresas, SpaceX, comenzó a trabajar de la mano con la NASA. Todo aquel que acceda a la información que se maneja en cuanto a descubrimientos científicos que involucren al espacio, necesita de una Security Clearance.
Los especialistas entienden que Elon Musk ha hecho de todo para perderla, ya que además de haber consumido drogas abiertamente (fumó marihuana en el podcast de Joe Rogan), ha sido visto con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, uno de los más grandes rivales de los Estados Unidos.
“Las conversaciones, confirmadas por varios funcionarios estadounidenses, europeos y rusos, actuales y anteriores, abordan temas personales, comerciales y tensiones geopolíticas. En un momento dado, Putin le pidió al multimillonario que evitara activar su servicio de internet satelital Starlink en Taiwán como un favor al líder chino Xi Jinping, dijeron dos personas informadas sobre la solicitud”, dijo el periodista Tom Nichols, del medio antes citado.
En caso de que se concrete la victoria de Trump la próxima semana, Elon Musk será parte del gobierno norteamericano. ¿Nadie teme que la información clasificada a la que tendrá acceso corra peligro?
La realidad es que está claro que el equipo del candidato a presidente ha decidido que los beneficios de mantener a Elon con ellos vale los riesgos.