El gobierno japonés está en aprietos tras un informe de la ONU que ha puesto el foco en las duras condiciones laborales de los estudios de animación. ¿El resultado? Posibles boicots al anime en plataformas como Netflix y Amazon Prime. Sí, justo cuando pensabas que nada podría interponerse entre tú y tu serie favorita, llegan malas noticias.
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Un artículo de Nikkei Business explicó que tras la visita del Consejo de Derechos Humanos de la ONU a Japón en julio de 2024, se encontraron “graves problemas” en la industria del entretenimiento, particularmente en la animación y el mundo de los idols.
El informe menciona cosas nada divertidas: salarios miserables, jornadas laborales interminables, falta de protección legal para los animadores y una escasez de talento que deja a los estudios temblando. En resumen, los animadores están trabajando como si fueran robots, pero sin el sueldo de uno.
¿El resultado? Posibles boicots
El problema principal está en los “comités de producción”, esos grupos de inversores que financian los animes. Básicamente, ellos se quedan con la mayor parte del dinero, mientras los estudios tienen muchos problemas para pagar a sus animadores. Y aunque la industria del anime ha crecido hasta superar los 20 mil millones de dólares, esa montaña de dinero no llega a quienes realmente lo necesitan: los animadores.
Pichamon Yeophantong, miembro de la ONU, advirtió en una conferencia de prensa que “siempre existe el riesgo” de que plataformas como Netflix y Amazon Prime digan “hasta aquí” y retiren el anime por no cumplir con las normas de derechos humanos.
Ahora, para calmar las aguas, el gobierno japonés ha lanzado el “Consejo Público-Privado de la Industria de Contenidos” (sí, suena muy serio). Este consejo promete cuidar a los creadores de anime, ayudándolos no solo a crear mejores historias, sino también a mejorar sus condiciones laborales y pagarles lo que merecen.
Entre los que forman parte del consejo están algunos pesos pesados de la industria, como los directores Hirokazu Kore-eda (The Makanai) y Takashi Yamazaki (Godzilla Minus One).
Un boicot al anime sería un golpe muy duro para Japón, especialmente porque el anime es el corazón de la nueva estrategia “Cool Japan” de 2024, que busca mejorar la imagen global del país. El gobierno japonés, por su parte, respondió al informe de la ONU negando algunas acusaciones, pero, curiosamente, no dijo nada sobre el anime. Así que, crucemos los dedos para que los animadores reciban un trato justo... y nuestras series sigan disponibles.