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“¿Cuál es tu sexto dedo?” La campaña que busca alertar sobre los riesgos ocultos de la IA

Saidot euna empresa finlandesa que ha lanzado la iniciativa “What’s Your 6th Finger?” (en español, “¿Cuál es tu sexto dedo?”).

El guante es un recordatorio visual y simbólico de que la IA, aunque poderosa y prometedora, puede tener “dedos” adicionales que no hemos notado.
Guante de seis dedos El guante es un recordatorio visual y simbólico de que la IA, aunque poderosa y prometedora, puede tener “dedos” adicionales que no hemos notado. (Imagen creada por la IA Copilot)

Si te dijeran que Mark Zuckerberg, Sam Altman y Scarlett Johansson tienen algo en común, ¿qué pensarías? Tal vez te sorprendería saber que, además de ser grandes figuras en sus respectivos campos, todos ellos han recibido recientemente un misterioso guante de seis dedos como parte de una campaña que busca generar conciencia sobre los peligros de la inteligencia artificial.

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Este peculiar envío proviene de Saidot, una empresa finlandesa que ha lanzado la iniciativa “What’s Your 6th Finger?” (en español, “¿Cuál es tu sexto dedo?”). El objetivo de esta campaña es poner bajo la lupa los riesgos menos evidentes que implica el uso creciente de la IA, desde la generación de contenido dañino hasta las amenazas cibernéticas.

Un guante, muchas advertencias

El guante de seis dedos que recibieron Zuckerberg (CEO de Meta), Altman (CEO de OpenAI) y otros líderes como la actriz Scarlett Johansson o Ursula von der Leyen (presidenta de la Comisión Europea) no es solo un accesorio extraño. Su diseño apunta a una metáfora visual potente: así como un sexto dedo puede parecer innecesario o incluso peligroso, la inteligencia artificial también puede traer consigo riesgos inesperados que, si no se gestionan adecuadamente, podrían pasar desapercibidos.

Desde la creación de contenido tóxico hasta la violación de la privacidad, la IA se ha vuelto una herramienta poderosa, pero con esa fuerza también vienen grandes responsabilidades.

Meeri Haataja, CEO de Saidot, ha sido clara: “La IA muchas veces es una ‘caja negra’, y eso la convierte en algo difícil de entender y controlar”. Precisamente por eso, este guante sirve como recordatorio de que esos “dedos adicionales”. Según ella, esos peligros ocultos deben ser tomados en cuenta por quienes desarrollan y regulan la tecnología.

Figuras clave en la conversación sobre IA

El envío de estos guantes también ha llegado a otras figuras influyentes, como el primer ministro británico, Keir Starmer, y Clément Delangue, CEO de Hugging Face. Ambos han sido reconocidos por su trabajo en el desarrollo y regulación de la IA, lo que demuestra que la campaña no solo está enfocada en las grandes empresas tecnológicas, sino también en quienes están encargados de moldear el futuro de esta tecnología.

Pero quizás la inclusión más sorprendente en la lista de destinatarios es la de Scarlett Johansson. ¿Por qué una actriz de Hollywood estaría involucrada en una campaña sobre inteligencia artificial? La respuesta tiene que ver con su lucha contra los deepfakes, aquellas manipulaciones de imágenes y videos que usan IA para recrear o falsificar la apariencia y voz de una persona.

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En un comunicado, Saidot destacó que “los guantes enviados a Johansson simbolizan que todos tenemos derecho a proteger nuestra imagen y nuestra voz, incluso en el mundo digital”.

¿Por qué un sexto dedo?

La elección de un guante con seis dedos no es aleatoria. Una de las limitaciones más conocidas de la inteligencia artificial generativa es su tendencia a crear imágenes defectuosas, como manos con dedos extra. Este “error” se ha convertido en un símbolo de las imperfecciones que aún existen en la tecnología, y Saidot lo ha utilizado de forma inteligente para advertir que los riesgos de la IA no son ciencia ficción, sino problemas reales que necesitan ser atendidos con urgencia.

En este escenario, Saidot no solo busca hacer ruido con esta campaña, sino que espera movilizar a desarrolladores, reguladores y líderes empresariales para que trabajen de manera conjunta en mitigar estos riesgos.

En el caso de Zuckerberg, por ejemplo, la empresa reconoce su apoyo al código abierto en la IA, pero le pide una mayor responsabilidad en la gestión de los datos que alimentan estos sistemas. Por otro lado, se agradece a Sam Altman por su prudencia al no liberar nuevas versiones de su tecnología hasta que se garantice su seguridad, mientras que Ursula von der Leyen ha sido elogiada por su empeño en crear marcos regulatorios para la IA en Europa.

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