En un movimiento sin precedentes, un grupo bipartidista de 14 fiscales generales de diferentes estados de Estados Unidos presentó recientemente demandas contra TikTok, acusando a la popular plataforma de redes sociales de causar graves daños a la salud mental de los jóvenes y de haber creado una cultura de adicción entre sus usuarios de menor edad.
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Las demandas cuestionan diversos aspectos de la plataforma, comenzando por su feed infinito de contenido, que alienta a los usuarios a pasar horas deslizando videos sin fin. Este mecanismo de diseño, que se ha vuelto característico de muchas aplicaciones de redes sociales, ha sido señalado por los fiscales generales como un factor clave que contribuye a un uso excesivo y perjudicial de la plataforma.
Además, los famosos “retos” de TikTok, donde los usuarios son incentivados a replicar ciertos comportamientos o tendencias virales, a menudo promueven actividades riesgosas. Un ejemplo alarmante es el caso de un adolescente que falleció en Nueva York al intentar un truco peligroso conocido como “subway surfing”, un reto que se volvió viral en la plataforma. La madre del joven reveló que su hijo había encontrado videos que promovían este tipo de comportamiento en su cuenta de TikTok.
Los fiscales generales también han señalado que las notificaciones tardías de la aplicación interrumpen el sueño de los jóvenes, lo que puede tener repercusiones en su salud mental y bienestar general. Este aspecto ha generado preocupación, dado que un descanso adecuado es crucial para el desarrollo de los adolescentes.
¿Qué dice TikTok?
Frente a estas acusaciones, un portavoz de TikTok, Alex Haurek, expresó el desacuerdo de la compañía con las afirmaciones.
“Creemos que muchos de estos reclamos son inexactos y engañosos”, comentó, subrayando que TikTok ha trabajado arduamente para proteger a sus usuarios jóvenes. Según él, la plataforma ha implementado medidas de seguridad como límites de tiempo predeterminados para menores y herramientas de supervisión parental.
Pero los fiscales generales argumentan que TikTok no está haciendo lo suficiente. En su declaración conjunta, señalaron que el modelo de negocio de la empresa se basa en maximizar el tiempo que los jóvenes pasan en la aplicación para incrementar sus ingresos publicitarios. Esto, afirman, crea un entorno donde los intereses comerciales de TikTok prevalecen sobre la seguridad y el bienestar de los menores.
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Detalles de la demanda
La demanda liderada por Letitia James, fiscal general de Nueva York, sostiene que TikTok es consciente de los efectos perjudiciales de su plataforma en la salud mental de millones de niños y adolescentes. Según el documento legal, TikTok considera a los usuarios menores de 13 años como un público crucial, a pesar de que la política de la empresa establece que solo permite el acceso a quienes tienen al menos 13 años. Esto plantea interrogantes sobre la efectividad de sus controles y la protección de los menores en línea.
Además, se menciona que los famosos filtros de belleza de la plataforma pueden fomentar problemas de imagen corporal, al promover estándares de belleza poco realistas. Este tipo de contenido, según la demanda, puede conducir a comparaciones sociales negativas y a trastornos de salud mental.
Los fiscales generales también acusan a TikTok de violar la Ley de Protección de la Privacidad Infantil en Línea (COPPA, por sus siglas en inglés), alegando que la empresa no ha tomado las medidas necesarias para prevenir que menores de 13 años se registren en la plataforma. A pesar de afirmar que su plataforma no está diseñada para niños, TikTok presenta contenido y anuncios que claramente están dirigidos a este grupo etario.
Necesidad de regulación
Este conflicto se produce en un contexto en el que cada vez más voces llaman a la regulación de las redes sociales. En junio, el gobernador de Nueva York firmó una ley que exige que las plataformas muestren contenido en orden cronológico para usuarios menores de 18 años. Este tipo de legislación busca mitigar el impacto negativo que las redes sociales pueden tener en la salud mental de los jóvenes, obligando a las empresas a repensar cómo interactúan con este demográfico vulnerable.
Recientemente, 42 fiscales generales enviaron una carta pidiendo que se implementen etiquetas en las aplicaciones de redes sociales que adviertan sobre los peligros asociados con su uso. Este llamado subraya la creciente preocupación pública sobre el efecto de las redes sociales en el bienestar de los adolescentes.
Impacto en la salud mental
En paralelo a estas demandas, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) publicaron un informe que arroja luz sobre el uso de redes sociales entre los adolescentes. Los datos revelan que más del 75% de los estudiantes de secundaria son usuarios frecuentes de redes sociales, accediendo a ellas varias veces al día. De hecho, un 30% de estos jóvenes las utilizan más de una vez por hora.
El informe también destaca que los estudiantes que usan redes sociales con frecuencia son más propensos a experimentar emociones negativas. Aproximadamente el 43% de los adolescentes que reportan un uso intensivo de estas plataformas sienten tristeza persistente, en comparación con el 32% de aquellos que las utilizan menos. Estos hallazgos refuerzan la necesidad de un diálogo más amplio sobre el papel que juegan las redes sociales en la vida de los jóvenes.
Y si bien la demanda de los fiscales generales contra TikTok es solo una pieza en un rompecabezas más grande sobre cómo las plataformas digitales afectan a la juventud, la combinación de un modelo de negocio basado en la atención y el uso compulsivo plantea preguntas serias sobre la responsabilidad de estas empresas en la protección de sus usuarios más vulnerables.