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Con este kit puedes convertir tu auto a diésel en uno híbrido en menos de 24 horas

La adaptación de vehículos a versiones más sostenibles puede tener un impacto económico considerable.

La electrificación del transporte enfrenta desafíos significativos. Aunque la conciencia ambiental está en aumento y la necesidad de reducir las emisiones de carbono es urgente, muchos conductores todavía se muestran reacios a dar el paso hacia vehículos eléctricos o híbridos enchufables.

Las razones son variadas, desde los elevados precios de estos automóviles hasta la falta de infraestructura adecuada, como puntos de recarga; sin embargo, en medio de esta incertidumbre, una alternativa innovadora está ganando terreno en Europa: el retrofit, una tecnología que promete transformar los vehículos convencionales en opciones más limpias y eficientes.

¿Qué es el retrofit?

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El retrofit consiste en adaptar vehículos de gasolina y diésel a versiones más ecológicas. Esta tecnología permite a los propietarios de coches antiguos evitar las restricciones que las ciudades imponen a los vehículos contaminantes, facilitando así el acceso a los centros urbanos sin el temor a multas.

A través de kits de retrofitting, los coches pueden ser modificados para funcionar con biocombustibles, hidrógeno o incluso ser convertidos en 100% eléctricos. Esta opción representa una solución intermedia para aquellos que no pueden permitirse la compra de un vehículo eléctrico nuevo, pero desean contribuir a un entorno más sostenible.

El avance del Twin-E

Uno de los principales actores en este campo es la compañía francesa Green Corp Konnection (GCK), que ha desarrollado el kit Twin-E. Este sistema permite que la mayoría de los vehículos diésel se conviertan en híbridos enchufables en menos de un día.

Eric Boudot, presidente de GCK, destaca que el Twin-E ofrece “ventajas técnicas, ecológicas, económicas y sociales muy significativas”.

Los coches adaptados con el kit Twin-E recibirán la etiqueta Crit’Air 1 en Francia. Esto no solo proporciona acceso sin restricciones a las Zonas de Bajas Emisiones, sino que también significa un ahorro considerable en combustible.

La normativa europea de descarbonización exige que las ciudades de más de 50.000 habitantes implementen estas zonas para reducir la contaminación, y el retrofit se presenta como una solución viable para muchos conductores.

¿Cómo funciona el Twin-E?

El kit Twin-E integra un motor eléctrico de entre 30 y 40 kW, que se acopla a un sistema de engranajes epicicloidal, reemplazando la tradicional caja de cambios del vehículo y transformándolo en un modelo automático. La instalación de la batería, que tiene una capacidad de 11 kWh, se realiza en el fondo plano del maletero, lo que modifica mínimamente la arquitectura del coche. Este diseño ingenioso permite maximizar el espacio sin comprometer la funcionalidad del vehículo.

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Con una autonomía de hasta 70 km en modo 100% eléctrico, el Twin-E también incluye una toma de carga que admite 1,2 kW y 3 kW, lo que implica tiempos de carga de 7 y 3 horas, respectivamente. Además, el sistema cuenta con la capacidad de regenerar energía durante la frenada, lo que incrementa la autonomía del vehículo sin necesidad de consumir combustible.

Modos de conducción adaptativos

El kit ofrece tres modos de conducción seleccionables a través de una pantalla táctil integrada en el salpicadero.

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Estos modos permiten al conductor adaptar su experiencia según sus necesidades:

  1. Modo eléctrico: Utiliza únicamente energía eléctrica y permite alcanzar velocidades de hasta 70 km/h.
  2. Modo térmico: Funciona solo con el motor de combustión.
  3. Modo híbrido: Combina ambos motores, optimizando el consumo de energía según las condiciones de conducción.

Esta flexibilidad no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también promueve un uso más eficiente de los recursos energéticos, haciendo que el retrofit sea una opción atractiva para un público amplio.

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Beneficios económicos y sociales

Además de los beneficios ambientales, la adaptación de vehículos a versiones más sostenibles puede tener un impacto económico considerable.

La inversión en un kit de retrofit es significativamente menor que la compra de un coche eléctrico nuevo, lo que representa una opción más accesible para muchos conductores. A esto se suma el ahorro en combustible, que puede ser significativo a largo plazo, especialmente para aquellos que recorren distancias cortas en entornos urbanos.

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Por otro lado, el retrofit también puede ayudar a preservar el empleo en el sector automotriz, ya que se requerirán técnicos y especialistas para llevar a cabo estas adaptaciones. Así, la transición hacia una movilidad más sostenible podría ser no solo ecológica, sino también una oportunidad para fomentar el desarrollo económico local.

La percepción del cambio

A pesar de las ventajas, la aceptación del retrofit aún enfrenta obstáculos. Muchos conductores pueden sentirse escépticos respecto a la efectividad y fiabilidad de estas adaptaciones. Dicho esto, con la creciente regulación en torno a la reducción de emisiones y la presión por parte de gobiernos y organismos internacionales, es probable que más personas consideren esta alternativa como un paso viable hacia una movilidad más sostenible.

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El retrofit puede servir como un puente para aquellos que, por diversas razones, no están listos o no pueden acceder a la electrificación total de su vehículo. La transición hacia una movilidad más limpia no tiene que ser un proceso abrupto; el retrofit ofrece una solución práctica y adaptable que podría facilitar este cambio.

La llegada del retrofit representa una respuesta prometedora a los desafíos que enfrenta la electrificación del transporte. A medida que más conductores se familiaricen con esta opción, es probable que veamos un aumento en la adopción de tecnologías que permiten a los vehículos antiguos coexistir en un entorno urbano cada vez más regulado.

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