El cofundador de Apple, Steve Jobs, escribió su lugar en la historia con letras de oro gracias a su capacidad innovadora y su visión única para resolver problemas. Ahora con el legado que ha dejado muchos nos preguntamos, ¿cuál era el secreto detrás de su mente brillante? Más allá de un talento e inteligencia que tenía de nacimiento, Jobs tenía una rutina diaria de 10 minutos que consideraba fundamental para su productividad: caminar.
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De acuerdo a su biógrafo, Walter Isaacson, Jobs utilizaba los paseos como un espacio para la reflexión profunda y las conversaciones creativas. Muchas de las ideas revolucionarias que impulsaron el éxito de Apple surgieron durante estas caminatas, a menudo realizadas en compañía de su equipo de diseño, como Jony Ive.
La neurociencia moderna ha respaldado la intuición de Steve Jobs. Estudios recientes han demostrado que caminar estimula la actividad cerebral, promoviendo la claridad mental y la creatividad. En relación a ello, la neurocientífica Mithu Storoni explica en su libro “Hyperefficient” cómo el movimiento físico puede potenciar nuestras capacidades cognitivas.
Caminar no solo es beneficioso para la salud física, sino que también ayuda a mejorar nuestra capacidad para resolver problemas y generar ideas innovadoras. De hecho, investigaciones sugieren que realizar entre 8,000 y 10,000 pasos al día puede reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y mejorar la salud mental.
Jobs era consciente de estos dos aspectos, así como de la conexión entre la actividad física y el bienestar mental. De hecho, tenía una aversión particular a las reuniones largas y poco productivas. En lugar de eso, prefería resolver problemas mientras caminaba. Su famosa “regla de los 10 minutos” consistía en levantarse y caminar si una tarea se estancaba, lo que le permitía obtener una nueva perspectiva y encontrar soluciones más creativas.
La práctica de caminar como herramienta para estimular la creatividad y la productividad es una lección valiosa que podemos aprender de Steve Jobs. Al incorporar la actividad física en nuestra rutina diaria, podemos mejorar nuestra capacidad de pensar de manera innovadora y encontrar soluciones a los desafíos que enfrentamos.
