Desde hace algunos años que los servicios de streaming están tomando la posta para ser las señales oficiales de muchos deportes en todo el mundo. Sin embargo, algunas plataformas están ofreciendo este servicio a precios que no son del agrado de los fans. De hecho, en Francia miles de fanáticos están utilizando Telegram como herramienta para ver a sus equipos favoritos de forma, por supuesto, ilegal.
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#BoycottDAZN
El creciente descontento entre los aficionados franceses ha desencadenado un movimiento de boicot contra DAZN, la plataforma de streaming que adquirió los derechos de transmisión de la Ligue 1. El elevado precio de la suscripción y la percepción de que el servicio no ofrece un valor acorde al costo han llevado a miles de personas a buscar alternativas ilegales.
Desde el inicio de la temporada, las redes sociales se han inundado de mensajes con el hashtag #BoycottDAZN. El partido inaugural del Paris Saint-Germain contra el Le Havre sirvió como catalizador para este movimiento, con con más de 200 mil personas optando por ver el encuentro a través de plataformas como Telegram, donde se comparten enlaces de transmisiones ilegales.
El secretario general de la Asociación para la Protección de los Programas Deportivos ha señalado que Telegram se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades, debido a su alto nivel de encriptación que dificulta la detección y eliminación de estos contenidos piratas. Además, se estima que entre 2 y 2.5 millones de franceses consumen fútbol a través de servicios de IPTV ilegales.
¿Qué podría pasar?
Las consecuencias de este boicot podrían ser devastadoras para el fútbol francés. Según el director general de DAZN, si los aficionados continúan evitando pagar por las transmisiones legales, los ingresos de los clubes se verán reducidos drásticamente, lo que podría afectar su competitividad a nivel europeo.
La situación se agrava por la ausencia de Kylian Mbappé, la estrella del PSG, y por la difícil situación económica de muchos clubes franceses. Los derechos de televisión representaban una fuente de ingresos fundamental para el fútbol galo, pero ahora esta situación pende de un hilo.
A pesar de las posibles sanciones, los aficionados franceses parecen dispuestos a continuar con el boicot. La Ligue 1 se encuentra en un momento crucial, y el futuro del fútbol francés podría verse seriamente afectado si no se encuentra una solución a esta crisis.
La situación actual en Francia plantea un interrogante sobre el futuro del consumo de deportes en la era digital. ¿Cómo encontrar un equilibrio entre los intereses de los aficionados, los clubes y las plataformas de streaming? Solo el tiempo dirá si el fútbol francés podrá superar esta crisis y encontrar un nuevo modelo de negocio sostenible.