Elon Musk, conocido por sus extravagancias y su visión poco convencional, ha terminado en una situación que ni él habría podido imaginar. Todo comenzó en 2013, cuando el CEO de Tesla adquirió la icónica mansión del fallecido actor Gene Wilder, en la lujosa zona de Bel-Air, Los Ángeles.
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La casa cuenta con 4 dormitorios, 5 baños y una sala de estar de 255 metros cuadrados. Como si fuera poco, el terreno posee una piscina en forma de riñón en el patio trasero, con vista al campo de golf Bel-Air Nation Membership.
Lejos de buscar una simple inversión, Musk se interesó por la propiedad debido a su valor sentimental, queriendo preservar el legado de Wilder. Siete años después, decidió vender la casa por US$ 9,5 millones, con una condición especial: el comprador debía mantener intacto el encanto original de la mansión.
¿Quién fue Gene Wilder?
Gene Wilder fue un actor, escritor y director estadounidense. Nació el 11 de junio de 1933 en Milwaukee, Wisconsin, y falleció el 29 de agosto de 2016 en Stamford, Connecticut.
Wilder es conocido por sus papeles en películas cómicas clásicas de los años 70 y 80, como Willy Wonka y la fábrica de chocolate (1971); El jovencito Frankenstein (1974); La pareja chiflada (1970); y Sherlock Holmes: El caso de la huella del perro (1981). Fue nominado a dos premios Oscar y ganó un Globo de Oro.
Si bien Wilder es recordado por su talento para la comedia, su habilidad para crear personajes memorables y su legado en la industria del cine, algo que pocos saben es que también escribió y dirigió varias películas, como El gran golpe (1976) y La historia de mi vida (1989).
¿Quién compró la casa?
Aquí es donde entra la historia de Jordan Walker-Pearlman, sobrino de Wilder, quien había pasado su infancia en esa misma casa.
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Al ver el elevado precio en que Musk estaba vendiendo la casa, Jordan Walker-Pearlman le ofreció una solución poco convencional: reducir el precio a US$ 7 millones y financiar la compra. Walker-Pearlman y su esposa aceptaron.
El problema es que la historia no terminó ahí: cuatro años después, la situación se complicó después de que Walker-Pearlman y su esposa enfrentaran dificultades financieras, en parte, debido a la huelga de guionistas en Hollywood. Esto llevó a que una sociedad vinculada a Musk emitiera un aviso de incumplimiento de pago, al punto que, en este momento, se está considerando la ejecución hipotecaria de la propiedad.
En lugar de forzar una venta rápida, la pareja optó por poner la mansión a la venta por US$ 12,95 millones, duplicando así su valor original. Aún no está claro si el futuro comprador mantendrá el legado de Gene Wilder intacto, o si la necesidad de saldar la deuda será prioritaria.
¿Cómo es la relación entre Musk y el sobrino de Wilder?
A pesar de la situación incómoda, Walker-Pearlman mantiene una actitud positiva hacia Elon Musk, agradeciendo la oportunidad que le brindó.
En palabras del sobrino del propio actor, “Elon nos dio una oportunidad mágica. No tengo ninguna queja”.
