El candidato a presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, han mantenido una relación caracterizada por la tensión y la controversia. Desde amenazas de encarcelamiento hasta reuniones secretas, esta relación ha capturado la atención de medios y ciudadanos desde hace ya un tiempo.
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En efecto, a lo largo de los años, Trump y Zuckerberg han mantenido múltiples reuniones oficiales, aunque no siempre han sido del conocimiento público. Además, sus interacciones han estado marcadas por declaraciones públicas que oscilan entre elogios y críticas severas. Esta dinámica ha sido influenciada por eventos políticos, decisiones empresariales y el papel creciente de las redes sociales en la vida pública.
Sin embargo, recientemente Trump reconoció haber hablado con Zuckerberg después de su intento de asesinato, añadiendo una nueva dimensión a su “compleja dinámica”.
¿Cómo empezó todo?
El primer encuentro entre Trump y Zuckerberg ocurrió en septiembre de 2019, en una reunión no anunciada previamente en la Casa Blanca. Un portavoz de Meta comentó que todo se dio a raíz de la presencia de Zuckerberg estaba en Washington D.C., quien había viajado para discutir aspectos relacionados a la futura regulación de internet y escuchar las preocupaciones de los responsables políticos.
En su momento, Trump se refirió al encuentro en su cuenta de X (antes Twitter), calificando la reunión como “buena y constructiva”.
Un mes después, en octubre de 2019, Trump, Zuckerberg y Peter Thiel, cofundador de PayPal y Palantir (que jugó el papel de mediador entre ambos), tuvieron una cena privada. Según Zuckerberg, durante esta instancia fueron discutidos diversos temas de interés.
Todo iba relativamente bien. Hasta que empezó a ir relativamente mal
Uno de los momentos más tensos en la relación entre Trump y Zuckerberg ocurrió en enero de 2021, cuando Meta suspendió indefinidamente las cuentas de Trump tras los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
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Zuckerberg justificó esta decisión alegando que Trump había utilizado sus plataformas para incitar a la insurrección violenta contra un gobierno elegido democráticamente. Esta suspensión provocó una fuerte reacción de Trump, quien acusó a Zuckerberg de censura y represión de la libertad de expresión.
En un comunicado, Donald Trump afirmó que, durante su presidencia, consideró prohibir Facebook y Twitter, pero que Zuckerberg no paraba de llamarle y venir a cenar a la Casa Blanca (a pedirle que no lo hiciera).
¿El tiroteo cambió todo?
Recientemente, Trump fue víctima de un intento de asesinato y, aunque sobrevivió al ataque, dicho evento generó una reacción significativa tanto en el ámbito político como en el mediático.
Zuckerberg describió la reacción de Trump como “impresionante”, aunque se abstuvo de apoyar públicamente a cualquier candidato en el ciclo electoral actual.
Este comentario de Zuckerberg, considerado un reconocimiento a la resiliencia de Trump, contrasta con la amenaza del político de encarcelar al CEO de Meta si vuelve a ser elegido.
A medida que nos acercamos a las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos, será interesante observar cómo evoluciona esta relación y qué impacto tendrá en el futuro de la política y la tecnología de ese país.
