Un grupo de ciudadanos europeos ha iniciado una campaña para exigir a la Unión Europea que legisle en defensa de los derechos de los jugadores y garantice la preservación de los videojuegos a largo plazo.
La iniciativa, denominada “Stop Killing Games” ha logrado reunir más de 155.000 firmas en la plataforma oficial de la Unión Europea. Su objetivo es claro: poner fin a las prácticas de las compañías de videojuegos que retiran títulos de las tiendas digitales, desactivan servidores o cierran plataformas enteras, dejando a los consumidores sin acceso a los juegos que han adquirido.
¿Por qué es importante?
La industria de los videojuegos ha evolucionado significativamente en las últimas décadas, pasando de los juegos físicos a las plataformas digitales. Sin embargo, esta transición ha traído consigo una nueva problemática: la obsolescencia programada de los videojuegos. Cada vez es más común que las compañías retiren títulos de las tiendas digitales, incluso aquellos que siguen teniendo una base de jugadores activa.
Los defensores de “Stop Killing Games” argumentan que esta práctica atenta contra los derechos de los consumidores y vulnera los principios culturales. Al igual que una película o una obra musical, un videojuego es una obra artística que debe ser preservada para las futuras generaciones.
¿Qué propone la iniciativa?
La propuesta de “Stop Killing Games” busca establecer una legislación europea que garantice los siguientes derechos para los consumidores:
- Preservación de los videojuegos: Los videojuegos vendidos deben mantenerse en un estado operativo incluso después de que finalice el soporte oficial.
- Independencia de los servidores: Los juegos no deben requerir una conexión a los servidores del editor para funcionar una vez que el soporte haya finalizado.
- Libertad comercial: Las compañías no deben interferir en las prácticas comerciales de los jugadores (venta, intercambio, etc.) mientras un juego tenga soporte activo.
El cierre de tiendas digitales como PlayStation Store, eShop y Xbox 360 Marketplace, así como la desaparición de títulos como el primer Overwatch, son solo algunos ejemplos de las prácticas que esta iniciativa busca combatir. La preservación de los videojuegos es un problema global que afecta a millones de jugadores en todo el mundo.
Con más de 155.000 firmas recogidas, “Stop Killing Games” ha demostrado que existe un gran interés por parte de los consumidores en proteger sus derechos. La Unión Europea deberá evaluar esta iniciativa y considerar la posibilidad de legislar en materia de preservación de videojuegos.
¿El futuro de los videojuegos está en juego?
La lucha por la preservación de los videojuegos es una batalla que recién comienza. Sin embargo, gracias a iniciativas como “Stop Killing Games”, los jugadores están cada vez más organizados y dispuestos a defender sus derechos. El futuro de los videojuegos depende de nosotros.