Corea del Norte quiere reabrir las conversaciones nucleares con Estados Unidos si Donald Trump es reelegido como presidente y está trabajando para diseñar una nueva estrategia de negociación. Así lo indicó Ri Il Gyu, un alto diplomático norcoreano que recientemente desertó a Corea del Sur.
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Ri Il Gyu fue el diplomático norcoreano de mayor rango en desertar al Sur desde 2016. En su primera entrevista con medios internacionales, dijo que Corea del Norte ha establecido a Rusia, Estados Unidos y Japón como sus principales prioridades de política exterior para este año y el futuro.
Según Ri Il Gyu, mientras fortalecía las relaciones con Rusia, Pyongyang estaba ansioso por reabrir las negociaciones nucleares si Trump, quien durante su mandato anterior participó en un una política arriesgada y sin precedentes con Corea del Norte, ganaba las elecciones.
Ri aseguró que los diplomáticos de Pyongyang estaban trazando una estrategia para ese escenario, con el objetivo de levantar las sanciones sobre sus programas de armas, eliminar su designación como patrocinador estatal del terrorismo y obtener ayuda económica.
Contexto histórico y diplomático
La relación entre Corea del Norte y Estados Unidos ha estado marcada por tensiones y confrontaciones desde la Guerra de Corea en la década de 1950. Las negociaciones nucleares han sido una cuestión espinosa, con múltiples intentos de resolver las diferencias que han resultado en éxitos efímeros y fracasos prolongados.
La administración Trump adoptó una postura única hacia Corea del Norte, alternando entre amenazas y encuentros personales sin precedentes entre Trump y Kim Jong Un.
En efecto, la cumbre de Singapur en 2018 fue la primera reunión entre un presidente estadounidense en funciones y un líder norcoreano, un evento que fue visto tanto como un avance significativo como una oportunidad perdida.
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Y aunque se alcanzaron acuerdos vagos sobre la desnuclearización, las siguientes conversaciones en Hanói en 2019 no lograron consolidar esos compromisos en acciones concretas. La desconfianza y la falta de claridad sobre los términos exactos de cualquier acuerdo continúan siendo obstáculos significativos.
Relación con Rusia y la ayuda de Japón
Ri asegura que, al forjar lazos más estrechos con Rusia, Corea del Norte recibió ayuda con su tecnología de misiles y economía; pero un beneficio mayor podría ser bloquear sanciones adicionales y socavar las existentes. Esto aumentaría el poder de negociación de Pyongyang contra Washington.
Perspectivas futuras
La posibilidad de que Trump gane las elecciones y reabra las negociaciones nucleares con Corea del Norte presenta tanto oportunidades como desafíos. Si bien la administración Trump mostró una disposición a entablar diálogo directo, también hubo críticas sobre la falta de una estrategia coherente y resultados tangibles.
Por su parte, Corea del Norte sigue siendo un actor impredecible en la arena internacional. Sus acciones futuras dependerán, en gran medida, de la dinámica interna del régimen de Kim Jong Un y de cómo percibe las amenazas y oportunidades externas.
Por otra parte, la relación con Rusia y las posibles concesiones de Japón podrían jugar un papel crucial en su estrategia de negociación con Estados Unidos. Su deserción no solo subraya las tensiones internas dentro de la elite gobernante de Corea del Norte, sino que también destaca las dificultades que enfrenta el régimen en su esfuerzo por mantener una postura firme frente a las crecientes presiones internas y externas.