Steve Jobs, cofundador de Apple, es recordado por su visión innovadora en tecnología. Sin embargo, una reciente publicación de Steve Jobs Archive revela que su visión fue aún más lejos de lo que imaginábamos.
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Y es que, en un discurso de 1983, Jobs predijo cómo la inteligencia artificial (IA) cambiaría nuestra vida cotidiana, décadas antes de su explosión actual.
Con solo 28 años, Jobs habló en la International Design Conference de Aspen sobre la importancia de la informática en el futuro. Su visión era clara: “La gente pasará horas interactuando con estas máquinas (...) y nuestro objetivo es que, dentro de tres o cuatro años, la gente esté usando estas cosas y piense ¿esto no fue siempre así?”
Jobs también habló sobre la posibilidad de “crear máquinas que capturaran el espíritu y los principios de los seres humanos, y cómo podrían ser utilizadas para responder preguntas después de la muerte de una persona”. Y sí, su visión era emocionante y aterradora al mismo tiempo.
¿Qué pensaba Jobs acerca de la relación humano-máquina?
Durante su ponencia, Jobs también se refirió a la IA y la autoconciencia, destacando el trabajo que se estaba realizando en ese momento para comprender cómo funcionaba el cerebro humano y cómo se podrían crear máquinas que lo emularan.
Justo la noche anterior, Jobs había hecho una demostración de la computadora Lisa, una de las primeras máquinas disponibles comercialmente con un mouse y una interfaz gráfica de usuario. Estas innovaciones significaban que la gente ya no necesitaría escribir comandos o pulsar teclas de flecha para usar una computadora y, en su lugar, podrían usar un mouse para hacer clic, arrastrar y navegar entre íconos, menús y gráficos, e incluso dibujar y pintar.
¿Cómo fue ese día?
Según relata stevejobsarchive.com, el día de su participación en la Conferencia Internacional de Diseño en Aspen, Steve Jobs esperaba en la parte trasera de una carpa gigante, listo para subir al escenario. El tema de ese año era “El futuro ya no es lo que solía ser”, y él está allí para hablar sobre computadoras a una audiencia de varios cientos de diseñadores y amantes del diseño.
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Steve estaba feliz. Tenía 28 años y estaba emocionado por esta, su primera charla formal ante una reunión de diseñadores. Había elegido NO titular su presentación; de hecho, el programa se refería a ella solo como “Charla”.
Una vez en el escenario, Steve se inclinó hacia el micrófono y dijo: “Me pagaron US $60, así que usé corbata”. Una sonrisa se extendió por su rostro y el público se río. Se quitó la chaqueta, se dio cuenta de que no había dónde ponerla y la dejó caer al suelo.
Es entonces que parte con la “charla” en la que, más de 40 años atrás, predijo la inteligencia artificial tal y como la conocemos hoy. Definitivamente, un pensador adelantado a su tiempo.