Hace unos días, Elon Musk sumó una polémica más al publicar en su plataforma X, un video deepfake que falsificaba las declaraciones de la vicepresidenta Kamala Harris. El material manipulado altera un reciente anuncio de campaña de Harris, mostrando a la -actual- candidata haciendo comentarios que nunca pronunció. Entre las frases destacadas del video, Harris aparentemente afirma ser “la mejor contratación de diversidad” y haber tenido “cuatro años bajo la tutela del máximo títere del Estado profundo, un mentor maravilloso, Joe Biden”.
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La publicación original del video contenía una etiqueta que lo identificaba como una “PARODIA del anuncio de la campaña de Kamala Harris”, un descargo que podría evitar la violación de las políticas de X. Sin embargo, el contexto de la parodia no fue incluido en la nueva publicación de Musk, quien solo añadió su propio comentario: “Esto es increíble”, acompañado de un emoji de risa.
Se nota que es el dueño
La acción de Musk ha generado controversia, ya que parece contravenir las políticas de la propia plataforma contra los medios sintéticos y manipulados. Según las normas de X, no se permiten contenidos que hayan sido “alterados, manipulados o fabricados de manera significativa y engañosa”, especialmente si estos pueden “engañar o confundir a las personas y provocar daños”.
Las políticas de X establecen un proceso de evaluación que incluye verificar si el contenido ha sido manipulado y si su presentación podría causar “confusión generalizada sobre cuestiones públicas, afectar la seguridad pública o causar daños graves”. La sátira está permitida, siempre que no genere una confusión significativa sobre la autenticidad de los medios. A pesar de estas reglas, la publicación de Musk podría interpretarse como una violación de dichas normas, incluso bajo una interpretación indulgente de las políticas.
La publicación de Musk no solo ha provocado un intenso debate sobre la ética y la regulación de los contenidos digitales, sino que también ha desencadenado críticas de diversos sectores. La senadora Amy Klobuchar (D-MN) expresó su preocupación en la plataforma Threads, señalando que si la publicación de Musk permanece sin contexto, X y Musk estarían “violando las propias reglas de X” y abriendo la puerta a una “temporada electoral de voces falsas de IA e imágenes alteradas sin límites”.
Klobuchar ha propuesto una legislación que exigiría exenciones de responsabilidad en anuncios políticos sustancialmente alterados o generados mediante IA.
Más reacciones
El gobernador de California, Gavin Newsom (D), también condenó la publicación de Musk, argumentando que la manipulación de una voz en un anuncio como el compartido debería ser ilegal. En una publicación en X, Newsom prometió tomar medidas, afirmando que estaría dispuesto a firmar un proyecto de ley en las próximas semanas para asegurar que este tipo de contenido esté regulado adecuadamente.
El caso subraya la creciente preocupación sobre el uso de la inteligencia artificial para crear contenido engañoso y plantea preguntas críticas sobre la responsabilidad de las plataformas digitales en la moderación de dichos contenidos. Con la próxima elección en el horizonte, la cuestión de cómo regular eficazmente la desinformación en línea se vuelve cada vez más urgente, dejando en evidencia la necesidad de un marco legal robusto y actualizado.
