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Un perro es una celebridad en Japón por jugar videojuegos con fines benéficos

El animal se convirtió en estrella de videojuegos.

El mundo de los esports no es, necesariamente, una disciplina solo para seres humanos. Si no, pregúntenle a un Shiba Inu de cuatro años llamado Peanut Butter que ha demostrado que los videojuegos pueden ser disfrutados por todos. Con la ayuda de su dueño, James Stephens, este peludo jugador ha cautivado a millones de personas en todo el mundo y ha recaudado miles de dólares para obras de caridad.

Todo comenzó durante la pandemia de COVID-19, cuando Stephens, un electricista y corredor de velocidad de videojuegos, decidió entrenar a su cachorro para que presionara botones. Al principio, era solo un juego divertido, pero pronto se dio cuenta de que Peanut Butter tenía un talento natural para los videojuegos.

Con la ayuda de un controlador personalizado, diseñado especialmente para las pequeñas patas de Peanut Butter, el Shiba Inu comenzó a dominar juegos clásicos como “Gyromite” y “Ken Griffery Jr. Presents Major League Baseball”. Durante eventos benéficos de videojuegos, el can demostró su habilidad frente a una audiencia en vivo, completando los juegos con una precisión sorprendente y generando donaciones para causas nobles.

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¿Cómo lo hace?

El entrenamiento de Peanut Butter ha sido un proceso gradual. Stephens utiliza comandos de voz claros y recompensas como golosinas para guiar a su perro a través de los juegos. Además, ha diseñado controladores personalizados que son lo suficientemente grandes y fáciles de usar para Peanut Butter, pero que también ofrecen la precisión necesaria para realizar movimientos complejos.

La historia de Peanut Butter ha trascendido el mundo de los videojuegos y ha inspirado a personas de todas las edades. Su éxito demuestra que las mascotas pueden ser mucho más inteligentes de lo que creemos y que los videojuegos pueden ser una herramienta divertida y educativa para interactuar con nuestros animales.

Además, las transmisiones en vivo de Peanut Butter han recaudado miles de dólares para organizaciones benéficas. Stephens y su perro peludo se han convertido en embajadores de la caridad, mostrando al mundo el poder de la comunidad de jugadores para hacer el bien.

El futuro de Peanut Butter

Stephens y Peanut Butter tienen grandes planes para el futuro. Están trabajando en nuevos trucos y desafíos, y planean participar en más eventos benéficos. Además, Stephens está desarrollando un nuevo controlador personalizado que permitirá a Peanut Butter jugar una gama aún más amplia de videojuegos.

La historia de Peanut Butter es una prueba de que los límites de lo que pueden hacer los animales son infinitos. Con un poco de creatividad y paciencia, cualquier mascota puede convertirse en una estrella.

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